El análisis de Carlos Brizzola: "De la euforia al consuelo de sumar un punto"
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17º-23º

El análisis de Carlos Brizzola: "De la euforia al consuelo de sumar un punto"

El análisis de Carlos Brizzola: "De la euforia al consuelo de sumar un punto"
José Ángel, frente al Mirandés en Anduva | Fernando Fernández

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El Dépor protagonizó un partido en Miranda en el que pasó de ilusionarse en el tramo inicial a tener que consolarse con lograr el empate. Los primeros minutos fueron de euforia porque, pese a jugar en la casa de un buen equipo instalado en puestos de playoff, el Dépor llegó mucho al área contraria y gozó de varias ocasiones claras, como un remate de Yeremay que se estrelló en el palo.


Ese buen inicio tuvo que ver con el desdoblamiento ofensivo de jugadores como Villares y Soriano, que junto con Yeremay y Mella pisaban área continuamente en esos primeros minutos del duelo.


El rival tiene sus argumentos y el nivel del Dépor comenzó a bajar a medida que avanzó el encuentro. De hecho, acabó dominando el primer tiempo un Mirandés que, basado en su juego rápido, su verticalidad, su dinamismo ofensivo y en las segundas jugadas, siempre ganó la partida en el uno contra uno, en balones disputados y a partir de ahí generaban nuevas situaciones de gol. Incluso en posesión de balón el cuadro local ya igualó o superó la posesión del Deportivo, después de los primeros quince minutos, que fueron muy buenos.


Los cambios que introdujo Alessio Lisci en el inicio de la segunda parte descompusieron al Depor, sobre todo con la entrada de Joel Roca, que junto a Panichelli fueron metiendo atrás a los defensas.


Llegó la jugada del penalti, después el empate, el 2-1, le dieron la vuelta al resultado... y cuando parecía que el Deportivo no tenía argumentos ni gasolina, se produjo ese penalti sobre Eddahchouri que transformó muy bien Yeremay. 


Al final te quedas con un punto que para el Dépor puede suponer la tranquilidad definitiva, mientras que el playoff sigue estando a seis puntos, aunque es complicado que vaya a pelear por él. La derrota habría cortado prácticamente las alas de pensar que podías llegar, pero el empate, aun sabiendo que es un campo difícil, hay que tomarlo como un buen resultado después de muy buenos quince primeros minutos, pero que en el resto del partido fue superado por el rival.

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