Jornada a jornada la enfermería del RC Deportivo se va vaciando en vísperas del decisivo playoff de ascenso que dará inicio a principios de junio.
El centrocampista ofensivo blanquiazul Álvaro Rey, que durante la pasada semana arrastraba molestias en el aductor, va adquiriendo ritmo competitivo de modo paulatino y tal vez llegue a tiempo para estar el sábado en los campos anexos del José Zorrilla para medirse al Valladolid Promesas (18.30 horas).
El sevillano saltó al campo con el resto de sus compañeros, con los que realizó el pertinente calentamiento y diversas probaturas tácticas.
El extremo fue reservado por precaución en el último ejercicio matinal, una pachanga entre tres equipos en espacios reducidos, para no forzar demasiado su musculatura.
Los únicos que esta vez no pudieron ejercitarse con el equipo coruñés fueron los dos laterales diestros Víctor García —probable baja hasta fin de curso— y Trilli, víctima de sus recurrentes molestias en el tobillo.
Los jóvenes canteranos Noel, Yeremay, Alberto e Iván Guerrero fueron la representación de las categorías inferiores en la actividad matinal.
El preparador blanquiazul, Borja Jiménez, prestó atención especial al balón en el primer test semanal.
Así, después del pertinente calentamiento —de la mano del preparador Luis Fandiño—, los deportivistas llevaron a cabo un partidillo a seis porterías en el que se vieron acciones espectaculares y también algún resbalón inoportuno como el protagonizado por el experimentado Héctor Hernández.
Posteriormente, el técnico diseñó otro partido a tres cuartas partes del campo, en el que no quiso ofrecer pistas acerca del once que barrunta para la siguiente jornada.
Antes de poner colofón a un ensayo de una hora y cuarenta minutos de duración aproximada, los deportivistas —con Calavera de comodín ofensivo— disputaron una serie de intensos duelos en espacios reducidos, a un gol y entre tres equipos de siete integrantes cada uno.