A sus 27 años Alfonso ‘Fonsi’ Quintas apunta muy alto en el deporte de las dieciséis cuerdas; recientemente proclamado en Melilla campeón de España amateur en la categoría de menos de 75 kilogramos, este aficionado impenitente blanquiazul del barrio de Os Mallos está a punto de dar el salto al profesionalismo.
Encargado del local nocturno madrileño ‘Daily 76’ y residente en la capital, se escapa cada vez que puede a A Coruña para presenciar in situ al club de sus amores, el RC Deportivo.
Perteneciente a la peña ‘Chamberí Branquiazul’, compagina los encuentros de los herculinos con entrenamientos y combates.
¿Desde cuándo practicas boxeo?
Empecé con los deportes de contacto a los 12 años y a los 17 años tuve mi primer contacto con el boxeo. A los 20 dejé de entrenar porque decidí dejarlo en un segundo plano pero después de la pandemia lo retomé con 24 años con más ganas que nunca. Ahora tengo 27 y mi centro de entrenamiento es la Escuela de Boxeo Jero García, en Madrid. Me hice boxeador aquí y estoy muy agradecido a mi entrenador.
Cuentan tus allegados que estás a solo un paso de ser profesional...
Eso lo trato con mucho respeto aún, es un poco precipitado porque depende de muchos factores, cierto es que hay muchas papeletas pero me parece un poco presuntuoso hablar de ello de momento.
¿Te ves capacitado?
Es el momento y estoy preparado, pero el boxeo profesional es complicado porque no es solo que vayas a pelear en cualquier categoría sino que hay mucha burocracia, licencias profesionales, patrocinios... pero hay papeletas de que en un plazo corto o medio pueda debutar. Quedé campeón de España amateur en Melilla, en peso 75 kgs. (medio). Tuve que disputar cuatro combates en cinco días. Tienes que preocuparte por ganar y también por no recibir castigo que te pudiera condicionar en los siguientes combates. Con el paso de los años aprendes mucho a dosificar, con la experiencia.
Tus metas en este deporte...
Mi meta personal es que en un plazo de tres años el boxeo no me cueste dinero; no ganarlo pero tampoco perderlo. Estoy para lo que me venga, creo que estoy para grandes citas, no me pongo techo.
¿Has peleado en A Coruña?
Sí, pero me he sentido como visitante, es uno de mis sueños pendientes porque va a ser increíble. Ahora no me da miedo estar ante mi gente, al principio me costaba un poco más.
¿Cómo surgió tu pasión por el Depor?
Después de la pandemia pensé mucho en lo que me recordaba mi abuelo; para mí el Depor no es solo fútbol, es mucho más. El equipo es el nexo de unión de la gente de todas las edades de la ciudad.
¿Cómo te hiciste peñista de la ‘Chamberí’?
Me mudé a Madrid con 25 años y quería seguir viendo al Depor, busqué gente con la que ver los partidos. Esta peña es increíble, me cuesta sociabilizar porque los horarios de entrenamientos con muy complicados. Tengo muchos amigos y es un placer.
Acabas de recibir un pequeño homenaje de la agrupación...
Sí, bueno, soy muy discreto. Llevé los cinturones pero me dio un poco de vergüenza.
¿Has ido a algún desplazamiento esta temporada?
Sí, fui a Talavera. Tuve combate el día anterior y vinieron muchos de la peña a verme.
¿Qué le faltó el pasado año al Depor?
Creo que en los últimos años en el vestuario del Depor hubo mentalidad de perdedores, así no puede ser. Hay un problema muy grave y es de mentalidad. Los jugadores no son peores que el resto.
Un sueño en el plano boxístico y otro en el futbolístico...
Llegar a ser profesional y, sin duda, pelear en A Coruña. Para el Deportivo pido que volvamos cuanto antes al fútbol profesional tenemos que salir del pozo ya.