Zeltia Regueiro/Iago Couce
La llegada de Óscar Gilsanz al banquillo del primer equipo del Dépor parece que ha sido un soplo de aire fresco para los jugadores de la cantera.
Y es que, por segunda jornada consecutiva, el técnico de Betanzos hizo debutar a un jugador del Fabril –la semana pasada fue Kevin Sánchez– en Segunda División. En esta ocasión apostó por Alejandro Alfaro Cascales (Alicante, 2002). Este ya había sido citado por Imanol Idiakez contra el Albacete. Gilsanz le dio entrada en el tiempo añadido ante el Sporting de Gijón para dar equilibrio al mediocampo.
“En ese momento necesitábamos un jugador que nos llevase al equilibrio. Adelantando a Mario (Soriano) y con las piernas frescas de Gauto y Cristian (Herrera) podíamos seguir atacando, pero necesitábamos equilibrio en el medio campo. Sobre todo con un jugador que pudiese trabajar en esa ida y vuelta. Queríamos evitar eso y que solo fuese de ida”, apuntó Gilsanz al término del partido contra el Sporting de Gijón sobre el porqué metió a Alfaro. El entrenador blanquiazul conoce de sobra el fútbol que posee el alicantino gracias a dirigirlo en un Fabril al que llegó debido a las continuadas ausencias de Rubén López y Jairo Noriega, que estaban en la dinámica del primer equipo.
El no poder contar con ellos obligó al Dépor a acudir al mercado de fichajes a mitad de la temporada. Tras mucho buscar, los ojeadores coruñeses descubrieron a Alfaro y se dieron cuenta de que era el jugador adecuado para cubrir esas bajas.
Aunque su primer partido con la elástica blanquiazul lo empezó desde el banquillo, rápidamente se hizo con la titularidad y se ganó la confianza de Gilsanz.
Durante la segunda mitad de la pasada campaña, el exjugador del Alzira actuó habitualmente en un doble pivote junto a Brais Val, que era el mediocentro más posicional de la pareja, lo que permitía al alicantino asomarse con mucho peligro al área rival. Con todo, en varias ocasiones también lo hizo como un medio de contención, dando muestras de su polivalencia.
Gracias a esa versatilidad y su trabajo, Alfaro hizo añicos el tópico del período de aclimatación necesario tras incorporarse a un nuevo club en mitad de una temporada. En la campaña 2022-23 protagonizó 17 partidos, 14 como titular, sumando 1.272 minutos sobre el verde. Además, dio dos asistencias y marcó dos goles, uno de ellos en el minuto 92, en una remontada épica del Fabril ante el Coruxo (1-2).
Esta temporada, antes de su debut con el primer equipo, el ex del Alzira mejoró mucho más su juego y se hizo más indispensable para Gilsanz.
Con Jaime Garrido como nueva pareja en el centro del campo, el alicantino tiene mucha más libertad y puede asomarse con mucha más asiduidad al área rival. De hecho su libertad provoca que el dibujo táctico se parezca por momentos más a un 1-4-3-3 que al 1-4-2-3-1 que suele emplear el técnico betanceiro. Fruto de eso con el Fabril ya suma dos goles y una asistencia.
Esta temporada se estrenó ante el Langreo y demostró su crecimiento en segundas jugadas para cabecear un centro medido de Kevin. Su segundo tanto llegó hace poco más de un mes. En esta ocasión, la víctima fue el Escobedo, rival ante el que el filial blanquiazul inició una racha de cuatro victorias consecutivas y que le permitió situarse en las primeras posiciones de la tabla. Contra el conjunto cántabro, Alejandro Alfaro volvió a exhibir su poderosa llegada al área rival para culminar un gran combinación entre Kevin y Fabi Urzain. Pero el alicantino no solo ha crecido en el sentido táctico, sino que a nivel técnico también ha mejorado notablemente.
Producto de esta mejoría se ve a un jugador con más confianza y descaro, pero que al mismo tiempo ha sido capaz de traer ese equilibrio a la medular. Esa es una de las principales claves por las que el ex del Alzira saltó al verde de Riazor. El fabrilista, en los pocos minutos que dispuso, demostró todo lo que pide el betanceiro. Estuvo correcto en los balones que tocó y en defensa tapó aquellos huecos que dejaron sus compañeros.
Si continúa con esta progresión, tanto en el Fabril como en los entrenamientos con el primer equipo, será fácil verlo en más partidos. Una forma de demostrar que los jugadores jóvenes pueden llegar a lo más alto y consolidarse en el Deportivo.
Con Alfaro ya son dos futbolistas del filial blanquiazul que derribaron la puerta del primer equipo en la presente temporada. Además, ocurrió en dos jornadas consecutivas. El primero en hacerlo fue Kevin Sánchez, la nueva joya de la cantera coruñesa, que tuvo minutos, saliendo desde el banquillo contra el Almería.
De hecho, el burgalés se acordó de su compañero y aprovechó para felicitarle a través de las redes sociales. “Hoy te toca a ti, enhorabuena amigo, te quiero”, publicó el delantero.
El caso de Kevin es un poco diferente porque él ya se había estrenado en Primera Federación ante el Sestao (1-1) y en Copa del Rey ante el Tenerife, duelo en el que además marcó un gol.
Alfaro también vivió una noche especial y así lo expresó en sus redes sociales: “Feliz y orgulloso de debutar con la camiseta del Dépor en Segunda, indescriptible la sensación de pisar Riazor en partido oficial, ojalá puedan llegar más momentos como este”.