La historia del Deportivo se une a través de un hilo que ayer lució en la Deportienda del estadio Abanca-Riazor tras una petición de dxt campeón atendida por el club. Se trataba de confrontar dos trofeos, el primero que logró el club y que tiene grabada la fecha de 1912, pero que en realidad lo ganó un año antes, y el último, alzado por Lucas Pérez al cielo de Castellón hace apenas nueve días. Dos épocas y una historia que pronto pueden lucir en el museo del club, un anhelo promovido en su día por el Consejo de Administración presidido por Tino Fernández, pero que tuvo que posponerse tras los varapalos económicos que supusieron los sucesivos descensos deportivos.
El primero y el último. Dos trofeos que son testimonio de tiempos diferentes. La Copa Bugallal, la primera ganada por la sección de fútbol del club, fue el premio a un torneo que nació con vocación de campeonato provincial. Todo sucedió en un tiempo de efervescencia, en 1909, poco después de que el Deportivo se trasladase desde el Corralón del barrio de la Gaiteira al nuevo Parque Riazor, un recoleto terreno ubicado donde hoy se alza el colegio de las Esclavas. Allí se acomodó gracias a la generosidad de Federico Fernández Amor-Calvet, el padre fundador del club, que adquirió un terreno que arrendó a la entidad.
Pero, ¿quién era Bugallal?
Gabino Bugallal Araújo, nacido en Ponteareas, había sido clave para que el Depor recibiese la condición de Real en 1908. En agradecimiento, el club decidió dar a la copa que acababa de crear el nombre de este jurista y político gallego del partido conservador que, entre otras altas responsabilidades, había sido ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes. La pequeña copa, de plata, luce hoy en perfecto estado de revista gracias al mimo con el que el Deportivo asumió en años pasados su restauración.
La Copa Bugallal tuvo su primera edición de 1909 y se anotaron, además del equipo promotor, otros cuatro, todos ellos coruñeses: Coruña, Galicia Foot-ball Club, María Pita y España. El Depor se estrenó ante el Galicia, que jugó con solo diez “equipiers”, y logró una goleada de escándalo: 13-0, aún hoy la mayor de la historia del club.
Cinco días después, el triunfo llegó por incomparecencia del rival, el María Pita. Pasó así a encabezar la tabla con cuatro puntos (“tantos”, en terminología de la época), los mismos que el Coruña, que en las dos primeras jornadas supera al España (5-1) y al Galicia (5-0).
HISTORIA
La Copa Bugallal recuerda al político que consiguió que el Depor fuese ‘Real’
Los líderes se enfrentaron el 4 de julio, y el triunfo cayó del lado deportivista (2-0), gracias a los goles de Manuel Álvarez y Virgilio.
Este campeonato nunca se llegó a completar, pero esto no se anunció́ de forma inmediata. De hecho, la prensa se preguntaba en diciembre de este 1909 cuándo el club pensaba reanudar la Bugallal. Meses después hubo pistas sobre ella a través de la fotografía que acompaña este texto: el equipo, con los directivos, posaron con el trofeo como si lo hubieran ganado.
En 1911, el Deportivo retomó la organización de su copa. Esta vez se organizó de una forma más oficial. El 20 de febrero de ese año firmaron su reglamento el presidente José Longueira y Salvador Fojón, ex portero de la entidad y en ese momento secretario. Estas bases se presentaron a la Federación Española de Foot-Ball para su aprobación, como así fue.
El Depor renunció a todos los derechos adquiridos sobre la Copa Bugallal que le concedía haber ganado tres partidos en 1909. Es decir, se hizo borrón y cuenta nueva. En este 1911 se anotaron cuatro equipos locales (Galicia, Everton, Celita y María Pita), uno santiagués (Gimnasio), otro ferrolano (Victoria) y uno betanceiro (Brigantino).
Una nueva edición
El domingo 2 de abril el Dépor se estrenó en esta nueva edición de la Copa Bugallal. Lo hizo en la semifinal, frente al Gimnasio de Santiago de Compostela, “constituido para esta prueba”, según las crónicas de la época. El rival contaba con elementos que habían jugado en equipos de Pontevedra y de Vigo que estaban estudiando en Santiago, ‘sportsmen’ que para preparar el partido de Riazor se habían entrenado en el campo de Santa Isabel.
La jornada fue de partido doble. Antes del choque del conjunto anfitrión lo hicieron el Everton y el Galicia (vencedores, respectivamente, del Celita y el María Pita), con el objetivo de definir cuál sería el equipo local que se mediría al Brigantino. Lo logró el Everton pese a que con el Galicia se alinearon elementos del Deportivo y del Coruña que lograron aparcar su rivalidad durante noventa minutos.
A continuación, saltaron al campo los futbolistas del Deportivo y del Gimnasio. El conjunto local presentó el siguiente once: Rogelio Ramos, Silvestre Rodilla, Carlos González Ancos; Ramón Blanco-Rajoy, Manuel Álvarez (capitán), Ramón Portela; Vicente González, Francisco Macho, Virgilio Rodríguez Rincón, Antonio Portela y Jorge Parra. La victoria blanquiazul fue contundente: 4-0. Macho firmó tres tantos y Antonio Portela hizo el otro.
ATRACCIÓN
El trofeo de campeón de 1ª RFEF se puede contemplar en la Deportienda
La Copa Bugallal continuó el domingo siguiente, 9 de abril, con un enfrentamiento entre el Everton, “ganador de los Teams locales”, y el Brigantino, que se resolvió con la victoria del primero por 9-0.
El día 2 de julio, en el Parque de Riazor se disputó la “última y definitiva prueba” de la Copa Bugallal entre el Everton, ganador de las eliminatorias locales, y el Depor, vencedor de las provinciales. Se impusieron los anfitriones por 5-1 y lograron así el trofeo, el primero de fútbol en la historia de la entidad.
Más de dos años después, el 6 de julio de 1913, el conjunto blanquiazul venció al British ferrolano y logró la Copa Gabino Bugallal en propiedad. El trofeo que conserva el Deportivo tiene grabada la fecha “1912”, lo que resulta curioso porque justo ese año no se disputó la copa.
Hoy la Copa Bugallal luce en la Sala Calvet, así se denomina el espacio donde se reúne el Consejo de Administración deportivista, en la Plaza de Pontevedra. Aunque ayer salió de allí acariciada por un empleado del club para posar con el trofeo que distingue al Deportivo como campeón de Primera Federación. La última copa en poblar las vitrinas deportivistas es un trofeo robusto que algunos señalan, por su diseño, como primo cercano del que se le entrega al ganador de la Europa League.
Durante estos días puede contemplarse en la Deportienda del estadio Abanca-Riazor, donde acompaña a la Copa del Rey alzada en 1995 y al trofeo logrado por el campeonato de Segunda División en 2012. Ayer varios turistas llegados a la ciudad en crucero preguntaban en la tienda blanquiazul por ellos, pero pocos reparaban en el pequeño tesoro que acompañaba, la Bugallal, testigo de un excepcional viaje en el tiempo.
COMPARACIONES |
La pequeña Copa Gabino Bugallal de 1911 se levanta apenas hasta la mitad del tamaño de la que premia al campeón de Primera Federación de 2024. Una es pura orfebrería de comienzos del siglo XX, y la otra luce un porte estilizado más acorde con los tiempos actuales. Una tiene asas y la otro no. Pero la principal diferencia, además de obviamente la temporal (113 años separan a la una de la otra), es que una es de ámbito provincial y la otra lo es de nacional.
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