Después de ganar por 4-0 al Escobedo para poner fin a una racha negativa de cuatro jornadas sin victoria, el Fabril consiguió su segunda victoria del curso como visitante tras imponerse por 1-2 al Rayo Cantabria, filial del Racing de Santander, con goles de Bil, nada más empezar el partido, y de Guerrero, en los primeros compases de la segunda mitad.

Óscar Gilsanz presentó dos novedades en su once inicial respecto a la jornada anterior: el extremo izquierdo Hugo Villaverde ocupó el lugar de Fabi Urzain en el extremo izquierdo y el camerunés Bil disfrutó de su primera titularidad como delantero centro en el sitio de Kevin Sánchez. Tanto Fabi como Kevin no estaban en la convocatoria del filial del Dépor.

Antes de que se llegase al minuto 5, el Fabril tomó ventaja en el marcador en una segunda acción de un saque de banda. El lateral izquierdo Iker Vidal colgó el balón al área y, después de un despeje muy alto pero defectuoso del Rayo Cantabria, Kike cabeceó para dejar la pelota dentro del área. Bil, a la media vuelta y de volea, marcó un golazo colando la bola cerca del palo derecho de Dani Atanes.

A partir de ahí, el Rayo Cantabria tuvo más balón que el cuadro blanquiazul, pero no llegó a generar gran peligro sobre la portería de Alberto. Alfaro, en el 28, tuvo una buena ocasión, pero el guardameta local desvió a córner. El tramo final del primer acto estuvo más equilibrado.

Ezequiel Loza, entrenador del conjunto cántabro, realizó una doble sustitución en el descanso, pero fue el Fabril el que volvió a golpear. Falta en campo propio que Alberto sacó en largo, peinó un Darío Germil que acababa de entrar, el cuero le quedó suelto a Noé, que dio un último pase para Guerrero, que entraba desde segunda línea. El extremo juvenil conectó un derechazo para mandar el esférico hacia la parte inferior del larguero. 0-2.

El Rayo Cantabria recortó distancias a falta de veinte minutos para el final en una apertura para la banda derecha. La pelota le llegó a Ángel, que controló dentro del área y soltó un cañonazo colando la bola cerca de la escuadra del marco visitante.

Al Fabril le tocó apretar los dientes para aguantar el 1-2, que se mantuvo hasta el pitido final significando la segunda victoria consecutiva que permite al filial del Dépor alejarse de la zona peligrosa y acercarse a los puestos de playoff a Primera Federación.