Ante el Laredo volvió a marcar Kevin Sánchez y Luisao dejó dos pases clave, pero si hay que resaltar un protagonista, el indiscutible MVP del partido fue Adrián Guerrero, autor de dos goles y una asistencia.
Todos los goles del Fabril llegaron en los primeros quince minutos de la segunda mitad, que pasa a ser el periodo favorito del filial (siete a favor y uno en contra en lo que va de temporada) y sirven como resumen de lo que es el extremo ferrolano de 18 años.
Potencia. Tras recibir un gran balón entre líneas de Luisao, Guerrero encaró a Óscar Santiago sin que ningún central le pudiera parar. No estuvo acertado en la definición, demasiado centrada, pero le sonrió el rechace y pudo marcar con la pierna mala ante la oposición de un zaguero que llegó a tocar el balón pero no evitó el tanto.
Profundidad. El segundo gol fue otra de sus jugadas marca de la casa. Desmarque por banda derecha, carrera, centro raso para que Kevin solo tuviera que empujarla.
Finura. Seguramente lo que determinará hasta donde llega en el fútbol es las veces que sea capaz de acabar una jugada como en el tercer tanto, en el que batió al meta del Laredo con una sutil vaselina. Quizá es su faceta menos conocida, pues se le tiene por un jugador que dribla o marca más por empuje que por calidad, pero ante el cuadro cántabro sacó todo el repertorio para situarse con seis goles y dos asistencias en lo que va de campeonato.
Por otra parte, el Fabril logró no encajar tras tres partidos recibiendo al menos algún tanto. Supone una nueva portería a cero para Alberto Sánchez, que vuelve a tener un promedio de goles recibidos inferior a uno por partido. Por cifras es el sexto mejor de la Liga, misma plaza que ocupa el equipo en la clasificación.