Si algo caracterizó al Fabril, al menos hasta ahora, eso fue el carácter dominador que mostró sobre los terrenos de juego. Un control que se traducía en goles y que ahora, en el tramo más importante de la temporada, parece haber perdido fuelle.

En la primera vuelta de la competición, el fillial blanquiazul logró celebrar 24 goles en 17 partidos. Pero atrás quedan aquellas goleadas al Escobedo (4-0) o al Laredo (3-0) y su facilidad para perforar la portería rival. De hecho, era raro ver al Dépor B quedarse a cero en la parcela ofensiva.

Sin embargo, en la segunda vuelta, a falta de dos jornadas para igualar la balanza de encuentros disputados con la primera, el equipo dirigido por Manuel Pablo afronta un bajón en su rendimiento goleador. La cifra en los 15 duelos disputados hasta ahora es de 16 dianas, 8 menos que las conseguidas en la primera vuelta.

La derrota frente al Salamanca del pasado sábado (0-1) fue la séptima vez, en este segundo tramo de la competición, que el filial blanquiazul se quedó sin marcar.

Ahora, la necesidad de vencer en las últimas dos fechas de la liga regular (ante Laredo y Gimnástica de Torrelavega), incitan al Fabril a retomar su faceta más agresiva de cara a puerta.

Para ello debe recuperar la mejor versión de sus máximos goleadores. Kevin (9) buscará terminar con su sequía goleadora de diez jornadas sin marcar precisamente ante un Laredo al que ya sabe lo que es hacerle gol; Guerrero (7), volver a dar una salida ofensiva cuando las cosas se atrancan y Alfaro (6), recuperar las buenas sensaciones y seguir ampliando su renta.