El derbi gallego, suspendido en su día por inclemencias meteorológicas, se presentaba para el Fabril como la oportunidad perfecta para aferrarse a los puestos de playoff. Y el filial deportivista no falló y terminó goleando al Compostela.

Apostó Manuel Pablo por realizar pocos cambios con respecto a su visita al Guijuelo, en la que cosecharon la victoria por 0-1 merced a un tanto de Alfaro. De hecho, el único que no repitió en el once inicial fue Nsongo Bil. En su sitio entró Guerrero, que hizo buena la decisión del grancanario abriendo la lata.

Los blanquiazules demostraron el ímpetu de sumar desde el principio. A los seis minutos de partido llegó la primera para el Fabril. Cómo no, para Alfaro. Mane logró una buena internada por banda derecha sin opción para Manu Rivas, puso el centro y el rechace le quedó al ‘8’ deportivista, que se llenó de balón enviando el esférico muy por encima de la portería de Rabanillo.

Minutos más tarde el lateral compostelano sí fue providencial al irse al suelo para rebañar el esférico a un Mane que ya se relamía en el área celeste.

Había pedido Luisito, en la comparecencia previa al derbi, que los suyos fueran “valientes”, pero las llegadas de los celestes en la primera mitad llegaron a cuentagotas. De hecho, las internadas de peligro de los locales fueron no supusieron mayor dolor de cabeza para la defensa blanquiazul, que las desactivó con éxito una tras otra. 

Pasado el minuto 20, el extremo senegalés, muy activo en ataque y empleado en la presión, probó con un disparo lejano que salió rozando el palo izquierdo de Rabanillo.

En el 31 de juego el Fabril transformó su dominio sobre el verde en mandato también en el electrónico. Kevin Sánchez filtró un pase medido para Guerrero, que entraba desde segunda línea y el ‘7’ deportivista no lo desperdició. Disparó de primeras, fuerte y a un lado para batir al meta compostelano y poner el séptimo tanto en su casillero particular.

El Compos buscó la reacción inmediata solo cinco minutos después. Carlos Pérez quiso emular a Kevin y buscó un pase para Markitos entre la línea defensiva del Fabril, pero atento estaba Hugo Ríos, que se fue al suelo para atrapar el esférico con sus manos.

Con el Fabril gobernando sobre el césped y en el marcador llegó el descanso. Y con él, cosas que mejorar para el conjunto de Luisito.

El más listo de la clase

El paso por vestuarios sentó bien a los de Manuel Pablo. Y sobre todo a Manu Ferreiro. En el primer balón que le llegó, levantó la cabeza, vio a Rabanillo adelantado y lanzó un obús desde más de 50 metros directo a la red. No había mejor manera de iniciar los últimos 45 minutis que ampliando la ventaja con una diana de ese calibre.

No tardó Luisito en mover ficha. En el minuto 54 realizó cuatro cambios de una tacada para buscar un lavado de cara a un Compostela necesitado de los puntos. Fer Cano, Markitos, Fausto y Hugo Matos abandonaron el verde por Selasi, Iker Gil, Samu y Manu Barreiro.

Tras los trueques la pelota se quedó sin dueño. Y para tratar de recuperar el mando, Manuel Pablo hizo ingresar a Jaime Garrido, que volvía tras cumplir sanción, por Kike Fernández. También entraron Luisao y Aarón Sánchez, por el goleador Ferreiro y Mardones.

El ex técnico del Fabril agotó sus cambios tras la amonestación del colegiado al capitán Álvaro Casas. Su puesto lo ocupó el delantero Scorza en una declaración de intenciones. Echar toda la carne sobre el asador era la prioridad. Lo mismo hizo el entrenador grancanario en el último cuarto de hora de la contienda al dar entrada a Darío Germil, por Kevin Sánchez y a Carreira, por Mane.

Rabanillo y Hugo Ríos se convirtieron en meros espectadores de un segundo acto en el que los locales, fruto de la desesperación, se cargaron de tarjetas amarillas.

Las ocasiones claras se redujeron al mínimo, aunque no fue algo que pareció importarle demasiado a un Fabril que se sintió cómodo, sobre todo, en los últimos 10 minutos de partido. El Compostela parecía no tener fuerza ni para buscar recortar distancias. Y lejos de hacerlo, vio como Garrido hacía el tercero con un disparo potente. 

Se descosió el equipo de la capital y Guerrero tuvo en sus botas el cuarto en un mano a mano con Rabanillo. Pero el meta local aguantó y acabó repeliendo el tiro. Ya en el descuento, Scorza probó a Ríos, que desvió el disparo sin mayor complicación.

No hubo tiempo para más y, con este resultado, el Fabril certifica su cuarta victoria consecutiva lejos de su feudo, así como el asentamiento en los puestos de playoff, con 43 puntos. Cifra que buscarán ampliar el próximo domingo ante el Real Avilés.