Perder nunca es plato de buen gusto, y mucho menos cuando la situación es crítica y los puntos son más necesarios que nunca. Las de Fran Alonso son, solo por debajo del Valencia, el equipo que más derrotas acumula en su casillero, con ocho, empatadas con el Sevilla. Pero si algo tienen en común la mayoría de los encuentros en los que el Dépor se ha ido de vacío, es la diferencia mínima en el marcador. De las ocho derrotas consumadas en los trece partidos jugados por el equipo herculino previos al parón navideño, hasta cinco de ellas fueron por la mínima. Solo el Madrid CFF iguala estos datos.
Despúes del 0-3 que le endosó el Barcelona en la primera jornada liguera, el Dépor se estrenó a domicilio ante el Atlético de Madrid, y allí se consumó el primer revés por solo un gol de diferencia (1-2). Después de ese vino el del Levante Badalona en la jornada 5, de la forma más dolorosa: en el último minuto del partido (0-1). Fue desde la novena jornada hasta la undécima, cuando el Dépor encadenó tres encuentros consecutivos perdiendo por la mínima: ante la Real Sociedad (0-1), contra el Espanyol (0-1), y frente al Sevilla (2-1). Aunque perder por la mínima no implique no quedarse sin sumar, este dato no hace más que poner de manifiesto la necesidad de solventar el problema con el gol. Sobre todo porque marcar más podría significar darle la vuelta a algunos resultados y lograr puntos vitales.