El Deportivo Liceo cerró la fase inicial de la Golden Cup con un gran triunfo ante el Óquei Clube Barcelos portugués (4-8, curiosamente el equipo coruñés jugó como visitante en Riazor) y ante un testigo de excepción, la leyenda viva del liceísmo Daniel Martinazzo, que realizó el saque de honor del partido.

Primero del grupo C, el cuadro de Juan Copa volverá hoy a la pista para disputar la primera eliminatoria de cuartos de final del torneo. Será contra el Noia de Jordi Bargalló, otro mito liceísta, que se clasificó para los cruces con un empate ante el Reus (4-4) en el último partido de la noche.

El del Liceo fue un duelo con dos partes bien diferenciadas. La primera tuvo todo lo que hace falta para un buen espectáculo: ritmo, goles y tensión. Y también lo que sobra: violencia. En la segunda, la máquina verde y blanca pasó por encima de O Maior de Portugal.

No tardó ni diez segundos en probarlo el Barcelos con un remate de Zé Pedro que desvió Carles Grau con los puños. En la jugada siguiente, Roberto Di Benedetto replicó con una potente diagonal y un palazo imparable para Conti Acevedo. 0-1 a los 40 segundos. La cosa prometía.

Jordi Adroher pudo ampliar la cuenta con una falta directa poco después, pero el portero argentino adivinó sus intenciones. Acto seguido igualaron los portugueses con una maravilla técnica de Darío Giménez en la directa por tarjeta azul para Dava Torres. La famosa compensación..

El intercambio continuó cinco minutos después con dos trallazos: Àlex Rodríguez devolvió la ventaja liceísta con un libre indirecto tras la cesión atrás de Jordi Burgaya. Poco duró la alegría: Miguel Rocha empató de nuevo desde el punto de penalti.

El partido se ensució en el minuto 19 tras un enganchón de Àlex con el portugués Joca Guimaraes que acabó en una lamentable tangana. Los dos equipos se enzarzaron en la zona de banquillos: empujones, insultos, el stick de Zé Pedro por encima del tumulto y los puños de Joka al aire.

El portero suplente del Barcelos impactó en el rostro de Di Benedetto y, cuando se apaciguaron los ánimos, los árbitros le expulsaron con tarjeta roja directa. Con su salida, entre pitos y abucheos, se terminó el espectáculo y se reanudó el juego, lo que de verdad importa.

El calentón le sentó mejor a los portugueses, que se adelantaron por vez primera en el marcador con una definición magistral de Danilo Rampulla en una transición vertiginosa. Acción-reacción: el Liceo empató con otro golazo de Dava tras una gran jugada colectiva. La celebración de unos y otros reflejaba perfectamente la importancia del partido. “Parecía una final”, expresó Copa nada más terminar.

El paso por los vestuarios transformó positivamente al Liceo. Y eso que Alvarinho Pereira volvió a dar ventaja a los portugueses nada más empezar la segunda parte, pero las dudas se disiparon en solo dos minutos, lo que tardó en empatar Adroher con otra directa. El Mago no podía fallar dos en la misma tarde.

O Galo de Barcelos resultó no ser tan gallito. El equipo coruñés lo desplumó con cuatro goles en poco más de cinco minutos de hockey excelso: velocidad, talento y acierto. Dava firmó el quinto con una jugada genial, llegando desde detrás de la portería y levantando la bola con el stick para un remate picado; César Carballeira obró el sexto tras una gran acción de equipo y asistencia del capitán y Adroher, con un remate de oportunista tras un rechace y otra directa con su firma, cerraron el marcador.

El 4-8 del Liceo al Barcelos es un aviso para los grandes de Europa. El anfitrión asusta por su carácter competitivo y ganador. Buscará un hueco en las semifinales de la Golden Cup contra el Noia, rival al que ya derrotó hace solo una semana en la OK Liga (3-0), aunque en aquella ocasión no estaban Bargalló ni Eloi Mitjans, sus dos goleadores. Hoy será otra historia. En unas hipotéticas semifinales asoma un posible Clásico contra el Barça, que hoy se mide al Benfica.

OC Barcelos 4 - 8 Deportivo Liceo