La peor versión del Liceo en muchísimo tiempo cayó con estrépito en el terrazo del Olímpic de L’Ateneu, donde en la fase regular el Noia le había enjugado un 1-5 en los últimos 10 minutos. Hoy no hubo épica. Solo hubo un equipo, el que dirige Pere Varias, que el domingo, a las 12.00 horas, intentará poner las tablas en el marcador de la eliminatoria. Un equipo que volvió a marcarle cinco tantos después del descanso al grupo de Juan Copa.
Fuel verdiblanco un equipo de perfil bajo ofensivo en la primera mitad, que inquietó en contadísimas ocasiones a un seguro Roca. Muchos menos tardaron los locales en asustar a Carles Grau. Por primera vez a los 40 segundos, cuando Jordi Bargalló no acertó a remachar, a un metro del guardameta, un pase de la muerte de Salvadó.
El excapitán del Liceo volvió a avisar on un tiro ligeramente alto después de un precioso reverso. No habría tercer aviso. Bargalló avanzó sin oposición hasta tres cuartos de pista armó el brazo y superó a media altura a un Carles Grau que dio la impresión de que podía haber hecho más.
Unos segundos después, los ábitros se tragaron el silbato en un codazo de Esteller a Carballeira en una pugna en una esquina. Ni siquiera señalaron falta.
Siete minutos tardó el Liceo en probar la solidez de Roca, muy rápido para tapar un disparo a bocajarro de Burgaya. Preludio del primer tiempo muerto pedido por Juan Copa. Las instrucciones no tuvieron efecto inmediato. Funcionarían en diferido.
Después de una buena jugada de Costa que abortó Carles Grau, el Liceo gozó de su primera contra, que completó Carballeira estampando la bola en el tubo. Habían pasado ya más de 14 minutos. En los 10 restantes los visitantes se hicieron con el control, aunque siguieron sin meter en problemas gordos a Roca, más allá de un par de tiros, de Adroher y Alex Rodríguez, el de este, sin aparente veneno, lo tocó Roca y la bola, descontrolada, acabó encima de la portería.
Volvió de vestuarios el Liceo con bastante más ritmo. Fruto de ello, Roca tuvo que sacar hasta tres bolas en la misma jugada, tres disparos desde dentro del área.
Sin embargo, cuando mejor estaban los verdiblancos, un rebote dirigió la redonda hacia Carles Grau, que la retuvo ante la cercanía de Costa, quien desde el punto de penalti hizo el 2-0. Ni dos minutos tardaría en llegar el tercero.
Burgaya falló delante de Roca y, frustrado, cometió una infantil falta por detrás. Tarjeta azul y ocasión para el reaparecido Mitjans, que lanzó directó y superó por bajo al único Grau que jugó hoy. Y menos de dos minutos pasaron hasta el descabello. Nuevo penalti, de Dava a Pujadas. Aunque Carles detuvo la pena máxima, Costa convirtió el rechace en una preciosa volea.
Y, para no perder, el ritmo, tampoco pasaron dos minutos hasta que Pujadas rompió a Alex Rodríguez y fusiló a Grau, justo después de que Adroher se topase con Roca en la única acción a bola parada de un Liceo que no se quedaba a cero desde el 29 de mayo de 2021, cuando cayó en Lleida por 3-0, en un partido de la última jornada sin nada en juego.