En el último suspiro, Diego Gómez completó la remontada de la Gimnástica Segoviana en As Eiroas ante un Bergantiños que, sin embargo, se mantiene en zona de playoff de ascenso por los tropiezos de otros equipos. Y eso que Carlos López adelantó muy pronto al Bergantiños empujando a placer un pase de Cano desde la derecha. Los de Lemos controlaron el primer tiempo y bien pudieron ampliar su ventaja, pero, nada más reiniciarse el juego, Rafa Llorente culminó una rapidísima contra por la derecha, tras parada previa de Santi Canedo a Nanclares, para empatar. Y Diego Gómez envió los tres puntos a la capital castellana tras otro contragolpe letal por la misma banda superando a Canedo con un zurdazo cruzado.

Arropado por una gran afluencia de aficionados, el Bergantiños comenzó el encuentro en busca de una victoria que se les resiste desde hace cuatro jornadas, después de haber conquistado dieciséis sobre dieciocho puntos en las anteriores. En el primer acercamiento, gol local. El balón le llegó a Jorge Cano por la derecha y el extremo ejecutó un pase quirúrgico, raso, fuerte, al área pequeña, donde apareció Carlos López para marcar casi a puerta vacía. Estalló de júbilo As Eiroas. Para eso había acudido en masa la afición carballesa, para disfrutar.

No hubo cambios en el intermedio, pero todo cambió. En la primera acción, empate. Transición colectiva, con el balón pasando por las botas de muchos jugadores, siempre cerca del costado diestro, hasta que llegó el momento de enviarlo al área. El primer remate de Nanclares, a bocajarro, lo desvió Santi Canedo. El segundo de Rafa Llorente, con el cancerbero vencido, acabó en la red. Comenzaba un nuevo partido, reducido a la mitad.

Todo o nada

El miedo a perder pesaba tanto como el ansia por ganar. Todo quedaba a merced de un golpe maestro, un gancho al mentón del adversario. Y este llegó en el último asalto, cuando ya no hay tiempo para recuperarse. Nogueira y Javi Borrego combinaron en la medular, atrajeron la atención de los zagueros rivales y, en el momento exacto, abrieron el juego hacia la carrera de Diego Gómez, con las piernas frescas tras ‘calentar’ durante los siete minutos previos. Controló, se internó en el área, levantó la cabeza y superó al meta con un remate académico, algo combado, a media altura, al palo largo.

Un gol que alarga el bache de resultados de los pupilos de José Luis Lemos.