Jugadores del Leyma Coruña
Las lesiones unieron los caminos de Augustas Peciukevicius (2 de diciembre de 1991, Vilnius) y Atoumane Diagne (31 de diciembre de 1998, Dakar) en el Leyma Básquet Coruña. El base lituano, que en febrero del 2021 se rompió el tendón de Aquiles del pie izquierdo, volvió el domingo pasado a la pista tras un año sin jugar. El pívot senegalés empezó la temporada en la sala de recuperación después de una campaña en blanco por lesión, pero su crecimiento en minutos y confianza es evidente: promedia 7,3 puntos y 5,2 rebotes en 16 partidos.
Peci y Atou visitaron la redacción de este diario un día antes de recibir al Peñas Huesca (hoy, 20.00 horas en Riazor), el primero de los trece últimos partidos de la temporada regular en la LEB Oro. Ambos coinciden el objetivo más inmediato: asegurar la presencia en los playoffs de ascenso a la ACB, mejor con factor cancha para la primera ronda, y en un estado de forma óptimo.
La primera pregunta es obligada, ¿cómo estás después de un año sin jugar?
Augustas Peciukevicius: Cada día mejor, pero necesito jugar un poco más.
¿Cuáles fueron tus sensaciones en el primer partido tras la lesión?
AP: Un poquito nervioso, pero feliz (se pasa al inglés)... Feliz por estar en la cancha y con buenas sensaciones después de tanto tiempo y por pensar en nada más que en el juego.
¿Cómo te sentó la renovación del Leyma en plena recuperación de la lesión?
AP: Me sorprendió porque no es muy frecuente que los equipos firmen a jugadores con este tipo de lesiones.
¿Ha sido un año muy duro?
AP: Fue una recuperación muy larga y era la primera vez en mi vida que tenía una lesión tan grande. Hacer todos los días lo mismo mientras mis compañeros se entrenaban me estaba matando. Fue mental y físicamente muy duro. Después de seis o siete meses se volvió más difícil porque no sabía cuándo iba a volver a jugar, pero ahora lo veo todo con una perspectiva diferente y lo disfruto.
¿Cuáles fueron las personas que estuvieron siempre a tu lado durante el proceso?
AP: Gustavo Gago (preparador físico del Leyma) estuvo conmigo cada día desde que me lesioné: en el hospital, en el quirófano, en la sala de recuperación... cada día, cada segundo (ríe). También Bruno (Camblor) y Edu (Seoane, fisioterapeutas del Leyma), toda mi familia, el equipo que siempre creyó en mí... Todos fueron de gran ayuda y apoyo para mí. Honestamente, no me imagino nada mejor. Estoy muy agradecido.
Atou, también has pasado por una larga recuperación, ¿le diste algún consejo a Peci?
Atoumane Diagne: Por suerte, yo lo pasé en mi casa, con mi familia, y me vino bien. Cuando llegué a Coruña vi a Peci trabajar bien, trabajar duro. Sabía que no era fácil y que tenía ganas de volver, pero es mentalmente muy fuerte. Es el capitán.
¿Cómo es ser el capitán fuera de la pista?
AP: Este año fue un poco diferente, no me considero realmente el capitán. Me uní al equipo muy tarde y trato de ser positivo, de ayudarles a todos. Para mí es una temporada corta, de solo tres meses, y este momento es duro para un jugador de baloncesto: no es el final, no es el principio, aún no son los playoffs y están cansados... Pero para mí es un momento feliz (ríe) y por eso trato de animarles, no puedo decirles nada malo.
¿Hay alguna explicación para la irregularidad del equipo en juego y resultados?
AD: No ha sido fácil para nosotros encontrar una regularidad porque nunca hemos estado todo el equipo al completo, unas veces por lesiones, otras por el Covid... Creo que lo hemos sacado adelante, pero ahora que ya estamos un poco cansados y todos los equipos se juegan algo cuesta más ganar partidos. Nos estamos reponiendo mental y físicamente para afrontar el momento más importante de la temporada.
¿Creéis que hay margen de mejora colectivo?
AD: Creo que sí. Tenemos un equipo de talentos y, si estamos todos bien, no hay muchos equipos en esta liga que nos puedan parar.
¿Habéis notado físicamente el maratón de partidos en febrero (el Leyma disputó seis en 19 días)?
AD: Los partidos de febrero nos cansaron un poco, sobre todo después de lo del Covid, que no estábamos tan bien físicamente como un mes antes. Pero conseguimos más victorias que derrotas y ahora estamos en ese proceso de llegar a muerte a los últimos partidos de la temporada.
Estudiantes y Granada parecen un paso por encima del resto, ¿cuál es vuestro objetivo?
AD: Uno de los dos subirá directo, pero el otro va a tener que pasar por los playoffs y jugárselo con el resto. Nosotros no vamos a ir a los playoffs pensando en jugar, vamos pensando en ganar para lograr el ascenso.
¿Es el factor cancha tan importante como en otras temporadas al haber una Final a Cuatro en una sede única?
AD: Creo que también es importante. Imagina que nos toca el Granada y tenemos que ir allí dos veces. Mejor si podemos jugar dos partidos en Riazor.
¿Hay algún rival por encima del resto?
AD: Creo que Estudiantes y Granada aprovecharon la igualdad que hay entre los demás para tomar ventaja, pero en esta liga te puede ganar cualquiera. Todo el mundo se juega algo ahora y vamos a ir todos a saco en cada partido.
El 20 de marzo visita Riazor el Girona de Marc Gasol.
AD: Son los partidos que mola jugar. No todos los días se puede jugar contra alguien como Marc Gasol. Tendremos que pensar bien el ‘gameplan’, pero sabemos que hay cosas que podemos controlar y otras no. El Girona engaña un poco porque todo el mundo piensa en Marc, pero es un equipo completo y que ha hecho buenos fichajes.
¿Cómo es jugar al lado de Nick Ward?
AD: Entrenar con él cada día te lleva a subir el nivel. Al principio me costó mucho defenderlo, corría como un pollo sin cabeza por la pista... Pero poco a poco me he acostumbrado a entrenar con él y sube el listón. Es uno de los mejores pívots que hay en la liga.
Esta temporada tienes más competencia en el puesto de base.
AP: Es cierto que el año pasado era el base principal, pero este año estoy feliz de que tengamos otras opciones: Alex, Mo, también Kadre o Zach... Para mí es perfecto jugar cinco o diez minutos. No tengo tiempo en jugar más o menos por ahora. Si Sergio necesita más energía, puedo salir y ayudar al equipo. Con eso soy feliz.
Sergio ha terminado varios partidos con tres bases.
AP: Es una opción. Mo y yo somos grandes para defender en otras posiciones. Si ves la Euroliga, Barça o Real Madrid juegan también con dos o tres bases.
¿Cómo es jugar con Alex?
AD: Juega muy bien el pick&roll. No sabes si la va a pasar o la va a dejar con bandeja, con la izquierda o con la derecha. Si no llega, puedo llegar yo y me la deja muy arriba para los ‘alley-oops’.
¿Estáis cómodos con un estilo más defensivo?
AD: La defensa gana partidos. Yo siempre he tenido un rol más defensivo que anotador y estoy muy cómodo.
Esta temporada es el equipo de Sergio menos defensivo, ¿creéis que es una evolución o un cambio?
AP: Creo que es más un cambio. El año pasado éramos un equipo muy físico y defensivo. Sergio todavía quiere el mismo nivel en defensa, pero tenemos más opciones en ataque, mejores tiradores... En esta liga hay muchos equipos físicos y grandes, igual es por eso que tratamos de movernos en el lado opuesto, con un estilo más ofensivo y talentoso.
¿Es la defensa el aspecto a mejorar para los playoffs?
AD: Siempre se puede mejorar y seguimos mejorando en todos los aspectos. Como dice Peci, en ataque tenemos el talento, más tiradores y facilidad para anotador. Estamos en el top-3 de equipos más anotadores, pero hay que mejorar en defensa para limitar esas desconexiones que tenemos. Par ser un buen equipo de playoffs tenemos que defender a muerte los 40 minutos de cada partido.
Peci y Atou, encantados en la ciudad herculina
Peciukevicius se formó en el Akademija Vilnius y pasó por el Zalgiris Kaunas (2009-10) y el Sakalai Vilnius (2010-12) de su país antes de jugar en el Pärnu (2012/13) y el Tartu Rock (2013-15), en Estonia. Su primera experiencia en España fue con el Miraflores Burgos (2015/16) y, después de tres temporadas en el Excelsior Bruselas belga (2016-19), hace tres años fichó por el Leyma.
Diagne llegó a la cantera del Barcelona en edad cadete tras un breve paso por el CB Unelco de Tenerife. Después de ocho años como azulgrana y una cesión en el Limoges francés, el verano pasado aterrizó en A Coruña.
¿Qué os parece la ciudad?
AD: Cuando me tocaba venir a Coruña para jugar, un día o día y medio, siempre llovía. Era el peor viaje (ríe), pero al llegar me sorprendió. Puedes ir caminando a todos lados, la gente es muy acogedora, me gusta mucho vivir aquí.
¿Se parece algo a Vilnius?
AD: No (risas), pero me gusta mucho A Coruña. Había vivido en Vilnius, Bruselas, me gustan las ciudades grandes, pero en España, Coruña es la mejor para mí. Tiene una mezcla de arquitectura moderna y antigua que me gusta, la gente es muy agradable, la comida es espectacular. A mí mujer y a mí nos gusta mucho el marisco, el pulpo, las zamburiñas...
¿Qué os parece el ambiente de Riazor?
AD: Cuando llegamos a calentar y vemos que no hay mucha gente decimos de broma que “está el pabellón lleno y vamos a darlo todo”. Es complicado llenarlo, pero también depende de nosotros: si ganamos muchos partidos y hacemos un buen juego será más fácil, si perdemos, la gente duda de si venir o no. Lo entiendo, pero en este tramo final de la temporada necesitamos a la afición más que nunca.