La apertura de cuartos de final fue un partido completamente distinto a los dos de la fase regular, en los que el Leyma Basquet Coruña ganó con cierta solvencia en Fontajau –sin Marc Gasol– y el Basquet Girona pasó como un ciclón por Riazor, con el mediano de la saga al timón.
Los de Sergio García fueron capaces de minimizar los efectos del estrellón de la LEB Oro, al que dejaron en 14 créditos de valoración, algo más de la mitad de su promedio, el más alto de la fase regular. Sin embargo, el trabajo defensivo no tuvo correspondencia al otro lado de la pista. Los 74 puntos encajados es una cifra asumible sin problemas, siempre que el ataque funcione medianamente bien. Y no lo hizo: 66 tantos en 14 menos de la media del equipo naranja.
De este bajo guarismo tuvo gran parte de culpa la falta de puntería desde larga distancia. El equipo con mejor media de la regular (38.1%) se quedó en un triste 27.7% (5 de 18), uno de sus peores registros de la temporada.
Que entren los triples tiene mucho más valor que 3 puntos; tiene el valor, importantísimo, de abrir defensas y posibilita el desplazamiento de los hombres interiores a lugares alejados del aro. Marc Gasol vivió bastante cómodo bajo el suyo sin una amenaza exterior que le obligase a salir de ahí.
No obstante, en este punto hay problema añadido para el Leyma. A diferencia del santboiano –doctor en la materia– e incluso de Jawara –inesperado MVP del encuentro y al que García debería intentar atar más en corto–, sus pívots no tienen la capacidad de generar juego desde el poste. Ward podría hacerlo mejor de Diagne, pero entre las cualidades del de Ohio no se encuentra el compartir en exceso el balón.
Otra de las claves, como (casi) siempre, está en el rebote. El 20-28 del primer duelo obedece más a los tiros errados por los visitantes que a una victoria en esta batalla, en la que ambos bandos solo fueron capaces de rebañar 4 rechaces del aro rival.
La mitad de los naranjas los sumó Hamilton, el único jugador de Sergio García que cargó con determinación el rebote ofensivo. Estaba siendo el mejor de su equipo hasta que se dañó la espalda, en un caída, mediado el tercer cuarto. En principio no tendrá problemas para jugar hoy, aunque es posible que no esté al 100%.
El choque del jueves fue el primero del Leyma en mucho tiempo con 12 jugadores en la convocatoria. El debutante Hearst tiene puntos pero le falta acoplarse, y Monaghan acabó el partido con bastante ritmo e imprimiéndoselo al colectivo. Un ritmo alto que no se había logrado antes y que es otro de los puntos a mejorar, toda vez que la zona de confort del Girona se haya en el tempo de juego cansino. Cuando aceleró, robó y corrió, el BC metió en problemas al grupo que dirige Jordi Sargatal.
Además, Pecius va más y anotó varias canastas de la que manera que se supone debe hacerlo contra bases más bajos y menos atléticos: posteando o en penetración.
El Girona no es imbatible, Marc Gasol no es imparable y por ello nada hace pensar en que el Leyma no pueda volverse a A Coruña con la ventaja de campo bajo el brazo. Pero para ello tiene que aprender de los errores y corregirlos en este segundo examen.