El partido quedó oficialmente suspendido a las 12.30 horas, tras la espera de rigor por el rival, tal y como establece el reglamento.
Con la confirmación de la suspensión, el Deportivo se entrenó a puerta cerrada, sin la presencia de cámaras ni periodistas, en el municipal de Riazor.
Cerca de las 13 horas abandonaban las instalaciones los árbitros, que aprovecharon el tiempo libre que les dejó la suspensión del partido para desplazarse en coche por el Paseo Marítimo hasta la Torre de Hércules y conocer el faro en funcionamiento más antiguo del mundo, testigo de la suspensión de ayer.