A las duras y a las maduras. Iago Parga Díaz (Sarria, 1999) sufrió el pasado fin de semana la segunda expulsión con el Bergantiños, club al que llegó en verano procedente de la Peña Deportiva. El central, canterano del Deportivo, admite que la victoria de su equipo con diez ante el Marino fue un “alivio tremendo” y ya está preparado para “trabajar para volver a tener una oportunidad en el once”.
¿Qué tal está el vestuario después de una nueva victoria?
El equipo está muy bien, en buena dinámica y sacando partidos que se nos están complicando. Estamos sumando puntos, que es muy importante. A partir de la décima jornada empezamos a saber dónde va a estar cada equipo y para nosotros es importante ir sumando. Eso sí, hay que tener los pies en el suelo porque el primer objetivo es salvarse. Después, lo que tenga que ser, será.
¿Te esperabas este gran inicio de liga del Bergantiños?
Cuando llegué me sorprendió el grupo humano que había. Tenemos un grupo muy bueno y nos llevamos muy bien. En lo futbolístico, el núcleo del equipo estaba formado por jugadores que habían renovado de Tercera pero tienen unas condiciones brutales. Ya se está viendo que estamos compitiendo en todos los partidos en una categoría complicada.
¿Cuál está siendo el secreto del Bergantiños?
Entre semana trabajamos de forma espectacular. Competimos entre nosotros de forma sana y el día a día es lo que te hace conseguir los objetivos. Cualquiera habría firmado en la jornada 1 que ahora, en la jornada 10, llevásemos 17 puntos. Aun así, tenemos que tener los pies en el suelo y no hay que mirar por encima del hombro a nadie. Ahora nos viene el colista pero hay que trabajar de la misma forma que lo estamos haciendo, con humildad y trabajo.
¿En qué aspectos crees que tenéis margen de mejora?
El inicio es casi inmejorable. Es verdad que en casa se nos escaparon cuatro puntos con dos empates pero solo perdimos en una jornada y fue en la primera, la de mi expulsión en Langreo en el minuto 30.
¿El Bergan puede luchar por el ascenso a Primera RFEF?
Tenemos que ir paso a paso pero si estamos arriba, no vamos a renunciar a nada. Tenemos muy buenos jugadores y si en marzo estamos salvados, estamos arriba y tenemos opciones de ganar la liga, no vamos a renunciar a nada y vamos a ser ambiciosos. Siempre partiendo de la base de que tenemos que salvarnos y saber que somos debutantes en la categoría.
¿Cómo estás después de la expulsión ante el Marino?
Empecé la pretemporada con muchas ganas, me encontraba muy bien, y en la primera jornada me pasa lo mismo –fue expulsado ante el Langreo–. Parece que me vio una bruja. Llevo cinco faltas en toda la liga y cuatro tarjetas. El otro día, en el minuto 26, en una contra me sacaron una amarilla que no es ni falta. En la segunda en la imagen sí que parece tarjeta pero desde dentro no es como se refleja en la imagen. Es otra piedra en el camino que se me pone este año. Jugué cinco partidos de titular y llevo dos expulsiones, pero no hay que lamentarse, hay que trabajar, aprender de los errores y mirar hacia adelante. Lo más importante es que al equipo no le costó puntos y pudimos ganar. Se me quitó un peso de encima porque estuve toda la segunda parte cagado.
Se me quitó un peso de encima porque estuve toda la segunda parte cagado
¿Qué sentiste cuando tus compañeros lograron la victoria con diez?
Un alivio tremendo. En el minuto 55 yo estaba en el vestuario duchándome y salí de la ducha y del vestuario desnudo para ver quién había marcado. Después, vi los últimos 25 minutos fuera y cuando acabó el partido fui a abrazar a Santi Canedo –el portero había detenido un penalti– y me dijo ‘de nada’ (risas).
¿Le diste muchas vueltas a esta última expulsión?
Desde pequeño estoy relacionado con el fútbol, en el ámbito familiar estamos todos metidos en el fútbol y soy una persona que se come mucho el tarro por el fútbol. Mi vida es el fútbol. Pero ya hablé con el míster y con mis allegados y no le puedo dar más vueltas. Tengo que aprender, analizar las jugadas para ver por qué pueden ser de tarjeta y trabajar para volver a tener una oportunidad en el once y aprovecharla.
Con la alegría de la victoria, ¿algún compañero te hizo alguna broma sobre las rojas?
Hablándolo en el bus con Blas le decía que era el más expulsado de la liga sin dar una patada a nadie. Al final todo quedó en risas porque ganamos.
Más allá de las expulsiones, ¿qué tal te estás encontrando en el Bergantiños?
Muy bien. Es un club espectacular y desde el primer momento me han tratado como si llevase aquí diez años. Estoy encantando viviendo en Carballo y la única pena es que las cosas no me están saliendo como yo quería a nivel individual.
¿Por qué elegiste el Bergan en verano? ¿Tenías más ofertas?
Tuve más opciones pero después de un año duro fuera de casa sin ser importante, necesitaba volver a casa, estar al lado de mi familia, con los míos, y volver a sentirme importante. Vine al Bergan para dar un paso hacia adelante en mi carrera y a ser un jugador importante dentro del equipo.
Lemos está haciendo muchas rotaciones y apenas hay titulares indiscutibles. ¿Cómo lleva eso el jugador?
Estás apretado, tienes entrenar todos los días a ‘full’ para estar en el once. Sabes que si te relajas, vas a ir para la grada. Yo pasé de titular a la grada y de la grada a titular. No te puedes relajar ni un segundo y de momento está saliendo bien.
¿Qué objetivo te marcas a nivel individual?
Cuando vuelva a tener la oportunidad de estar en el once, aprovecharla y jugar lo máximo posible para dar un paso hacia adelante en mi carrera.