El Deportivo tiene en su mano alcanzar una gesta de otra época esta tarde a partir de las 17 horas en La Planilla ante el CD Calahorra.
Los coruñeses, que suman seis puntos, tras imponerse a Celta B en el Abanca Riazor y al CD Tudelano, a domicilio, están a una victoria de igualar las tres seguidas que consiguieron por última vez en un inicio. Fue en la campaña 2003-04, con pleno de triunfos, entonces en Primera División y bajo las órdenes del técnico vasco Javier Irureta.
Los blanquiazules se impusieron frente a Zaragoza, Athletic y Sevilla y aquel cuadro deportivista llegaría aquel año a seminales de Champions League, donde claudicaría ante el Porto de Jose Mourinho.
Mucho ha llovido desde entonces, el Deportivo ha sufrido dos descensos y pelea este año por regresar al fútbol profesional en una recién creada Primera RFEF, heredera de la extinta Segunda B, y después de año y medio de pandemia por coronavirus.
El Deportivo está obligado a ser un equipo ‘camaleónico’, a saber adaptarse a sus rivales, aunque teniendo siempre claras sus señas de identidad.
Así reconocen los jugadores que se trabaja y así lo ha demostrado el cuadro herculino, que enseñó una cara muy distinta en el choque ante el CD Tudelano.
Contra el Calahorra, un campo más pequeño, aunque de hierba natural, el técnico espera un rival distinto, pero un partido que puede ser ‘chulo’ de jugar y al que los herculinos llegan con la moral alta, después de empezar con buen pie una nueva campaña en la que el objetivo irrenunciable volverá a ser el ascenso.
A pesar de que el técnico de Ávila no ha dado excesivas pistas esta semana sobre el once, es probable que introduzca algunos cambios en la alienación. Lo que está claro es que Ian Mackay seguirá siendo el cerrojo en el arco coruñés, en el carril izquierdo repetirá Héctor Hernández y en el derecho la duda está en si volverá a estar Alberto Benito o si optará por Víctor García, al que probó esta semana.
En el centro de la zaga pueden repetir Lapeña y Jaime Sánchez. En el doble pivote seguirán Bergantiños y Diego Villares, alas para Alberto Quiles por la derecha y William de Camargo, por la izquierda.
En la mediapunta volvería a situarse Juergen y la referencia arriba seguiría siendo Miku Fedor. Un once a la búsqueda de un triunfo que daría aún más empuje a un equipo y a una afición necesitada de alegrías, después de muchas temporadas complicadas.
Precisamente esa hinchada se dejará notar en La Planilla, donde se esperan alrededor de un centenar de deportivistas.
Un total de 90, pertenecientes a diez peñas: Miau Miau, Chamberí Blanquiazul, Verín-Pablo Amo, Rías Baixas, A Pilarica, Perla de Arousa, Miróbriga, Arlanzón de Burgos, El Bierzo y Llodio.
Tras casi 19 meses, se pudieron volver a despachar entradas en A Coruña para que los que puedan estén hoy animando al Deportivo.
Un cuadro herculino que ha empezado con buen pie en esta campaña, con una liga de 38 jornadas, en la que se premiará la regularidad, y más parecida a formatos conocidos, tras un curso pasado en el que las ‘pájaras’ se pagaron caras.
No puede bajar la guardia el Deportivo, que tiene aún muchas jornadas y partidos por delante y es consciente de que cada punto se venderá caro.
Los tres que puede sumar esta tarde serían un buen impulso para el equipo, serían nueve puntos de otra época.