El portero José Antonio Salcedo apenas lleva tres partidos con el Guijuelo y ya brilla con luz propia. El guardameta manchego, que se encontraba sin equipo hasta que el pasado 27 de diciembre fichó por el conjunto chacinero, fue el héroe de su equipo en la visita del pasado miércoles a Pasarón, donde el Pontevedra dominó a los salmantinos y gozó de varias ocasiones que no terminaron en gol gracias a las intervenciones del arquero.
Poco has tardado en erigirte en el salvador de tu equipo.
Es que, al final, el portero hace dos o tres paradas y ya parece que es el héroe. Más que nada porque empatamos a cero, porque si hago las mismas paradas pero perdemos, parece que no es lo mismo.
Más mérito aún, teniendo en cuenta el rendimiento inmediato que has dado, pese a que estabas sin equipo.
Sí, la temporada anterior estuve en el Villarrobledo, pero este curso me quedé sin equipo. El Guijuelo me dio la oportunidad en enero y decidí aprovecharla. De todas formas, no he estado parado, he estado trabajando con un entrenador personal, aunque es cierto que, sin dejarlo de lado, es muy duro porque estás entrenando solo, pero con trabajo y constancia para que llegue este momento y estar preparado.
¿Qué te han dicho tus compañeros por la actuación contra el Pontevedra?
Todos me dieron la enhorabuena, me felicitaron por el partido, pero al final conseguir que la portería quede a cero es trabajo de todo el equipo. Es verdad que tuve dos o tres buenas intervenciones, pero el equipo defensivamente estuvo bastante bien.
Te has adaptado rápido a tus nuevos compañeros.
Tengo experiencia en los vestuarios y sé que cuando llegas en enero, lo importante es hacer piña, integrarte rápidamente y cuanto más rápido lo hagas, más beneficias al equipo.
El miércoles estrenasteis técnico. ¿Con qué os quedáis del debut de Chuchi Jorqués?
No hemos tenido tiempo de coger sus ideas porque hemos tenido solo dos entrenamientos, pero parece que ha cambiado la chispa. Cuando llega un técnico nuevo, la gente se reactiva y da un plus para no acomodarse. Creo que es positivo y nos va a ayudar de ahora en adelante. La primera piedra en el camino se puso en Pontevedra.
Cinco de los diez equipos del grupo ya han cambiado de entrenador. ¿Qué te dice eso?
Este año, la liga es un poco atípica porque es más corta, muchos clubes optan por ascender a Liga Pro y, más que nada, es porque no hay margen de error. Un equipo pierde dos partidos, se descuelga y el club rápidamente busca soluciones. Es que la competición es muy corta. Pasa también un poco en otras temporadas en los últimos diez o quince partidos, que ahí muchos equipos cambian de entrenador.
Esta semana ha sido muy mala para los técnicos del grupo, ya que ha caído el vuestro, el del Pontevedra y el del Racing. No parece una categoría en la que haya piedad.
Sí, la Segunda B es muy dura para los entrenadores, al igual que para los jugadores. Es muy igualada, muy competitiva. Hay jugadores como los del Depor, que son de otra categoría porque lo han demostrado, y sin embargo, aquí les está costando muchísimo arrancar porque hay mucha competitividad.
¿Es normal que la Segunda B se le atragante a clubes como el Depor, que partían como favoritos a todo?
Pasa en muchos casos. El Numancia también parece que tiene que arrasar y les está costando muchísimo. Cada temporada estamos viendo que la Segunda B es muy igualada. El último clasificado puede ganarle al primero perfectamente. Hay una igualdad y una competitividad que a lo mejor se echa en falta en otras categorías.
Quizá los rivales también le habéis perdido el respeto al conjunto coruñés al ver que no es imbatible.
Cada partido es un mundo y la semana pasada, el Coruxo le ganó 2-0, que históricamente era impensable, pero vieron la oportunidad, que los futbolistas del Deportivo no se adaptan, y cuando ves sangre, siempre das un plus.
¿Qué destacarías de la escuadra blanquiazul?
No lo he visto jugar mucho, pero tiene grandes nombres que lo han demostrado y un entrenador con una buena trayectoria, aunque es corta.
¿Qué supone visitar Riazor?
Es un escenario en el que todo futbolista quiere jugar, y más en Segunda B. Son partidos para estar muy metidos, muy concentrados durante los 90 minutos y es un equipo al que no le puedes dar una mínima opción porque cualquier error, con la calidad de sus jugadores, te la enchufan. Tenemos que estar al cien por cien. Es un privilegio jugar en un campo así en Segunda B y debemos aprovecharlo y disfrutarlo.
Cogéis a un rival en crisis. ¿Mejor así o preferirías en otras circunstancias?
No tienen una buena racha y ahora es un buen momento para enfrentarnos a ellos y visitar Riazor porque, aunque nosotros también tenemos presión, la de ellos incluso puede ser mayor y tenemos que aprovecharnos de ello.
¿Dónde puede estar la clave?
Tenemos que hacer el partido muy largo, que no nos importe llegar con 0-0 hasta los minutos finales porque pueden sentirse más presionados.
Teniendo en cuenta que el Depor solo ha marcado siete goles y que lleva cinco jornadas sin marcar, igual tienes una tarde tranquila el domingo.
Ojalá que no enchufen ningún tiro y que no tenga mucho trabajo (se ríe). Y si ganamos, ya sería la hostia.
Jugaste en el Valladolid. ¿Allí coincidiste con Julio Hernando, preparador físico del Deportivo en la actualidad?
Estuve tres años en el Valladolid y dos de ellos coincidí con Julio. Tengo una buena relación y muy bien, es muy buena persona.