‘Malos tiempos para la lírica’ cantaba el grupo vigués ‘Golpes Bajos’ en los ochenta. Extrapolado al atletismo ahora podía decirse que ‘Malos tiempos para la marcha’. Se viven tiempos de incertidumbre en lo que respecta a su futuro. Si no siempre, sí estos últimos años se habla mucho sobre la credibilidad y subjetividad de esta prueba. Desde la IAAF, que valoró eliminar las pruebas de marcha de las grandes competiciones, ahora debaten ciertos cambios de cara a mejorar lo anterior y también en cuanto a ganar en impacto mediático o espectáculo.

dxt campeón se ha puesto en contacto con voces autorizadas en el mundo de la marcha para que nos dieran su versión sobre los cambios que se quieren aplicar. Los de más calado son los de cambiar las distancias tradicionales de 20 y 50 kilómetros por las de 10 y 30, e implantar un chip en las zapatillas de los marchadores. La idea final es que el cambio se haga oficial el 1 de enero de 2021, por lo que el primer gran campeonato con las nuevas pruebas sería el Mundial al aire libre de Eugene (Estados Unidos).

A favor
Santi Pérez, responsable de sector de marcha de la Federación Española de atletismo y olímpico en 50 kilómetros marcha en Atenas y Pekín, analiza en profundidad la nueva hoja de ruta que quiere implantar la IAAF. Ve positivo y hasta necesario este cambio. 

“Cuando llegó Sebastian Coe a la presidencia de la IAAF analizó la actualidad del atletismo para evolucionar, ya que el atletismo no era el deporte tan poderoso y mediático que era en décadas pasadas. Está perdiendo audiencia y potencial. Analizó todas las especialidades para que ver qué se podía mejorar para revertir la situación y en el caso de la marcha se llegó a un punto fundamental que era el poner un chip en la zapatilla que diera una credibilidad a la especialidad que hoy por hoy no tiene. Igual que otros deportes se evoluciona, como el caso del VAR en el fútbol o el ojo de halcón en el tenis, lo que se demanda hoy en día es implantar un chip en la zapatilla para que nos diga quién marcha bien o quién no, porque la subjetividad de los jueces a día de hoy ya no tiene cabida. Este chip se está trabajando en la Universidad de Barcelona. Llevan varios años con él y la idea es que a partir del 2021 y si se aprueba, se ponga en la zapatilla de los marchadores. Esto va muy avanzado y pinta muy bien. Y a partir de ahí llega la segunda parte de la historia, que es cuando el COI ve que los Juegos Olímpicos están perdiendo audiencia. Van perdiendo interés, y empieza a analizar de forma muy seria y rigurosa qué deportes están conectando con la gente joven, que son los que te garantizan el futuro. En el caso del atletismo se está analizando especialidad por especialidad. En el caso de la marcha lo que dice el COI es que los 50 kilómetros son más de cuatro horas, ocupan muchísima televisión, teniendo muy poca audiencia y al mismo tiempo ven que no hay interés en este tipo de pruebas tan largas. Lo cierto que es hacemos un análisis interno de la marcha a nivel mundial y vemos que tienen parte de razón, en la medida de que los ránkings de 50 kilómetros cada vez son más escasos porque cada vez son menos practicantes. Cada vez hay menos pruebas de 50 kilómetros a nivel mundial. Incluso en algunos países el campeonato nacional empieza a ser eliminado. Te das cuenta que aunque cueste muchísimo reconocerlo, porque duele, a día de hoy los 50 kilómetros están pasando un momento muy delicado porque no conectan con los más jóvenes. En el caso más particular de España, tengo contacto diario con los marchadores. Y cuando atletas como María Pérez o Diego García te dicen que ellos jamás harán los 50 kilómetros  porque lo ven una barbaridad, te das cuenta que a lo mejor es verdad. Entonces podemos seguir haciendo oídos sordos o intentar dar soluciones para buscar que la marcha no pierda su filosofía ni su razón de ser y al mismo tiempo conecte con el espectador, con el aficionado y muy especialmente con los nuevos atletas. Llegado a este punto la IAAF lleva desde hace más de un año buscando soluciones y poder contentar a la propia Federación, al COI y al aficionado. Yo apoyo y defiendo claramente el cambio de las distancias, porque es el que nos garantiza la supervivencia y la mejora de la marcha. Lo importante aquí no es el 50 o el 20 , sino la marcha atlética y que pongan unas distancias acorde a lo que necesitamos. Porque la primera reacción del COI es ‘bueno, pues elimino el 50 marcha’. Por eso es importante que la decisión salga de la comunidad de la marcha atlética y que seamos nosotros los que demos con la mejor solución aceptando que hay cosas que mejorar y cambiar”.

Opinión diferente
No es de la misma opinión Carlos Morales, responsable del sector de marcha de la Federación Gallega de Atletismo. 

“Mi opinión es que a los que realmente nos gusta la marcha disfrutamos de los 20 kilómetros y de los 50 más todavía. Hay marchadores muy fuertes, resistentes, más duros física y psicológicamente, los llamados cincuenteros, que con estas nuevas distancias no tendrían cabida o al menos se le complican las opciones”.

“Ahora mismo si se pudiese doblar irían los mismos atletas prácticamente a un 10.000 y un 30 kilómetros marcha, puesto que un buen atleta de 20 rinde bien en ambas distancias. Uno de 50 kilómetros ya solo podría en el 30 y con competidores más rápidos”.

“También me llegan informaciones de que peligra el futuro, no que haya cambios, sino que pueda llegar a desaparecer, pero espero que esto nunca ocurra. Quizá sea más mediático o espectacular un 10.000 en pista y un 30 kilómetros que los actuales 20 y 50, pero para el aficionado general. Los enamorados de la marcha creo que preferimos las distancias actuales. Personalmente no soy partidario de reducciones pero me parecería un mal menor el que sean 10  y 30 antes que otros cambios posibles o información no oficial que se comenta”.

“Este año en Galicia hemos reducido distancias en categorías menores, en mayores parecido, los sub-18 en verano algunos debutan en un 10.000 en pista. Ya no se compite en 20 kilómetros en el Gallego de ruta, se reducen distancias para los campeonatos de clubes. En teoría para facilitar la participación, pero la realidad es que por norma general la reducción de distancias no nos ayuda luego a nivel nacional”.

Dolores Rojas, juez internacional y que ya es fija para las pruebas de marcha de los próximos Juegos Olímpicos, tampoco es muy partidaria de ciertos cambios. 

“Es positivo  mantener dos pruebas masculinas y femeninas. Pero es en lo único que estoy de acuerdo”.

“Creo que la prueba de 20 kilómetros es lo suficientemente atractiva para que se mantenga. Es muy vendible, con un desenlace generalmente en las últimas vueltas, muy emocionante de cara al público. Cambiarla por un 10 Km sería una pena. La marcha en ruta ‘es’ el 20 kilómetros”.

“En lo referente a la prueba larga, creo que se ha luchado mucho para conseguir que las mujeres compitan con gran éxito en la distancia de 50 kilómetros.  Si ahora se cambia para el 30, supondría una vuelta atrás. Soy consciente de que es una prueba muy larga de cara al espectador y en algunos casos difícil de seguir. Pero creo que tenemos que mantenerla y explicarla mejor de cara a los aficionados, tanto sus reglas como el desarrollo durante la competición”.