Poco se podían imaginar los habitantes de As Pontes que la vieja mina a cielo descubierto donde se extraía el lignito para abastecer la central térmica se iba a convertir años después en un lugar de ocio con una playa fluvial increíble.
Y mucho menos que los márgenes regenerados de esa vieja mina iba a ser el escenario del mayor acontecimiento de campo a través que se celebra en Galicia, el Campeonato Gallego absoluto y por equipos. En un recorrido precioso donde la climatología, haciendo un guiño al atletismo, se encargó durante toda la semana de dejar el circuito como un auténtico lodazal, en una semana previa de duras condiciones metereológicas, añadiendo esa dureza que siempre se le presupone a un cross, y enseñando su mejor cara, sin una nube, el día de la competición para disfrute de los atletas y aficionados.
As Pontes acogía por primera vez el campeonato gallego recogiendo el testigo de la sede de las tres últimas ediciones, la localidad ourensana de Ribadavia. A la vista del éxito, la organización ha lanzado el guante de pedir que el escenario de este cross sea sede de un campeonato de España la próxima temporada, el circuito y el trabajo de la organización con Miguel Vilaboy al frente se lo merecen.
En la prueba masculina pronto se montó un grupo con los grandes favoritos, donde se encontraban el lucense Manuel Hurtado, que buscaba su segundo título, el triatleta pontevedrés Antonio Serrat, Alejo Ares, Iván Roade y Esteban Iglesias. El grupo pronto rompió la carrera, subiendo paulatinamente el ritmo para ir perdiendo efectivos según pasaban los kilómetros. A falta de dos vueltas estuvo la clave de la carrera.
Perdió una zapatilla
Manuel Hurtado pierde una zapatilla en el barro del circuito y tiene que acabar con solo una, lo que le llevó a caer hasta en tres ocasiones, perdiendo toda opción de pelear por el oro. Oro que se llevaría Antonio Serrat después de un fuerte hachazo en la última vuelta, donde no tuvo respuesta de sus oponentes, que de esta manera inscribe por primera vez su nombre en el historial del campeonato, registrando un tiempo de 28:34 en los 9 kilómetros aproximados del recorrido. Un combativo Hurtado se hizo con la plata completando el podio Iván Roade, seguido de Alejo Ares y el lucense Esteban Iglesias. Por equipos el ADAS se hizo con el título seguido del Miler Running y el Lucus.
En la prueba femenina se repetiría el guión de la prueba masculina, donde pronto el grupo de las grandes favoritas se colocaron en cabeza para ya que no soltarla en ningún momento. Entre el grupo, comandado por la aresana Paula Mayobre, Sandra Mosquera, Iria Rodríguez, Esther Navarrete y la atleta que defendía el título, la tudense enrolada en el Valencia Leticia Fernández, había un mundo. La carrera se había roto en dos.
Paula Mayobre quería su segundo entorchado gallego absoluto después del conseguido en Ribadavia en 2016 e imprimió un fuerte ritmo, donde se irían descolgando Leticia Fernández y Esther Navarrete. Quedó todo en el tridente formado por la propia Paula Mayobre, Sandra Mosquera e Iria Rodríguez. Paula Mayobre, demostrando que ya está recuperada de su proceso gripal que la lastró la pasada semana, se iría a por su segundo título en una lucha cerrada con Sandra Mosquera, que se llevaría la medalla de plata, cerrando el podio Iria Rodríguez. El ADAS consiguió un nuevo título por delante de las lucenses del Verxel y las chicas del SAR, haciendo doblete en ambas categorías.