El CD Lugo se ha acostumbrado en las últimas jornadas que ha disputado a domicilio a luchar y puntuar en inferioridad.
La primera expulsión de la temporada la sufrió ante el Almería el pasado 16 de diciembre en un partido en el que se quedó con diez a los 35 minutos del primer periodo por la doble amarilla que recibió el lateral Luis Ruiz.
Antes de quedarse con diez en el estadio Juegos del Mediterráneo, el Lugo había logrado neutralizar con un penalti transformado por Cristian Herrera el gol de los andaluces, que se adelantaron con un tanto de Juan Carlos Real.
En los últimos minutos del encuentro, las fuerzas se igualaron después de que el Almería sufriera la expulsión de Sekou y el Lugo conservó el empate.
Un guion similar, aunque con menos minutos en inferioridad, tuvo el partido de este domingo con el RC Deportivo en el Abanca-Riazor.
El marcador del derbi gallego reflejaba el 0-0 inicial cuando José Carlos vio la segunda amarilla del partido en la disputa por un balón aéreo a los 69 minutos.
El Lugo se rearmó, el centrocampista Carlos Pita pasó al centro de la zaga y el equipo se defendió como pudo, con muchas pérdidas de tiempo, para sumar un valioso punto en el campo del Deportivo.
“Se juntan las líneas, se defienden bien los balones laterales y el equipo tiene un compromiso muy grande”, elogió el preparador del Lugo tras el choque de Riazor.
El conjunto rojiblanco salió reforzado de un campo donde el Deportivo no ha perdido esta temporada, pero tendrá que afrontar el siguiente encuentro del curso con cuatro bajas por sanción.
Además de los expulsados Dongou y José Carlos, Vasyl Kravets y Fernando Seoane vieron la quinta amarilla de la temporada, por lo que no podrán jugar ante el Extremadura el próximo domingo (18.00 horas) en el Anxo Carro.
Con todo, en ese encuentro volverán a estar disponibles los dos jugadores que se perdieron por sanción el derbi gallego: los centrales Miguel Vieira y Josete Malagón.
Hermanamiento
El derbi gallego entre Deportivo y Lugo se desarrolló en un ambiente de cordialidad excepcional en las gradas, donde hubo presencia de algo más de un millar de ‘fans’ del cuadro de la ciudad amurallada.
Desde la previa la sintonía entre aficionados fue total y absoluta, incluso con un acto de confraternización que aportó más colorido si cabe al encuentro.
Así, la peña deportivista ‘Cheka’ y la ‘Brigadas Lucenses’ compartieron mesa y mantel pasado el mediodía del domingo para posteriormente acudir de la mano al estadio de Riazor.
Las excelentes relaciones que mantienen ambos colectivos quedaron patentes una vez más; no en vano, deportivistas y lucenses quedaron emplazados a la segunda vuelta, en la que ambos ya tienen previsto repetir encuentro en los aledaños del estadio Anxo Carro.