El Deportivo Abanca sumó el pasado domingo contra el Levante su cuarta derrota seguida en un partido en el que mostró dos planteamientos opuestos que no fueron suficientes para sacar un resultado positivo.
1 Plan inicial reactivo en busca de contra
El Deportivo inició el partido con el habitual 1-4-4-2 en rombo que, a pesar de estar formado por jugadoras ofensivas, se tradujo en un plan reactivo con el equipo replegado en busca de contragolpes.
El conjunto coruñés se mostró serio y compacto en defensa durante media hora pero no fue capaz de robar el balón en disposición de salir a la contra con peligro. Tenía que recorrer una cantidad enorme de metros sin apenas efectivos en campo contrario.
“Ante un rival de la entidad del Levante teníamos que tratar de buscar nuestras opciones tras pérdidas de ellas y tras generar situaciones de robo en zonas que nos interesaban y creo que estuvimos bastante bien hasta el gol”, resumió el técnico Manu Sánchez al término del encuentro.
2 Dos goles similares y los peores minutos
“Es verdad que después (del 0-1) nos descompusimos un poco hasta el descanso. Aguantamos bien pero ya no teníamos esa consistencia como equipo”, explicó Manu Sánchez. Así fue. Los dos goles del Levante, en los minutos 30 y 35, dejaron grogui al Deportivo e hicieron tambalear el planteamiento inicial.
Además, los dos tantos visitantes se originaron en la misma zona y con dos conducciones similares. Dos jugadoras del Levante, primero Alba Redondo y después Esther, recibieron el balón en el espacio existente entre la lateral izquierda Noelia Villegas, la mediocentro María Figueroa y la interior izquierda Alba Merino, que había cambiado de posición con Gaby minutos antes. En el 0-1 Alba Redondo se deshizo de su tocaya con el control, superó a María por velocidad y a Villegas con un toque sutil y encaró el área para asistir, previo despeje de Blanco, a Esther. En el 0-2 fue la propia Esther quien, en el mismo sector, superó a Athenea, que había bajado a ayudar, y filtró un pase interior a Lucía Gómez que Villegas no pudo detener justo en el momento en el que María y Alba le salieron al paso. ¿El desenlace? Nuevo centro desde la banda derecha y gol de Alba Redondo.
3 Defensa hacia adelante sin miedo
El Depor, sin ya nada que perder, decidió en el descanso salir a presionar muy arriba al Levante para encontrar el gol que le metiese de nuevo en el partido. Manu Sánchez cambió el sistema dando entrada a Michelle Romero por María: una especie de 1-4-3-3 en el que Alba Merino, Gaby y Lady Andrade se repartieron el centro del campo a diferentes alturas, Michelle y Athenea se situaron como extremos y Peke en punta. Seis jugadoras de corte ultraofensivo teniendo que apretar al unísono para no ser superadas y verse obligadas a correr 70 metros hacía atrás.
“La reacción fue espectacular. Hasta que conseguimos hacer el gol las metimos en su campo”, comentó Manu Sánchez sobre el plan de la segunda mitad, que solo tuvo una asignatura pendiente.
4La superioridad no se concretó en peligro
El único pero del planteamiento de la segunda mitad fue que el Depor no fue capaz de concretar en ocasiones de peligro real su presión y cierta superioridad en el campo. Solo a balón parado, como llegó el 1-2, fue capaz de hacer daño.
“Teníamos esos 7 u 8 minutos tras hacer el gol para intentar el empate y en una falta lateral se nos fueron las ilusiones al traste. Me voy orgulloso pero la realidad es que seguimos abajo”, zanjó el entrenador coruñés.