La final del Oeste comenzó a toda máquina. Ofensiva. Los Nuggets vencieron por 132-126 a los Lakers, que cuando se acordaron de defender a punto estuvieron de remontar una desventaja máxima de 21 puntos. Los 258 que anotaron entre ambos equipos es la marca más alta en un partido de final de Conferencia desde 1987.
Los de Michael Malone mandaron con autoridad (72-54) en una primera mitad donde los de Darvin Ham exhibieron su cara defensiva de la primera mitad de temporada. Lo hicieron al ritmo de Nikola Jokic.
El serbio hizo y deshizo, en compañía de Jamal Murray (31 tantos, 5 rebotes, 5 asistencias y 3 robos), durante los tres primeros dos cuartos y medio, en los que logró su sexto triple-doble en esta postemporada, que acabaría con cifras colosales: 34 puntos –9 de 14 en titros de dos y 3 de 3 en triples–, 21 rebotes y 14 asistencias.
Ham probó con Rui Hachimura (17 puntos) como par del Joker. Y le funcionó, gracias también a las ayudas de Anthony Davis (40, 10 rechaces, 3 robos y 2 tapones). Tras el 93-72 reaccionaron los Lakers. Con la Ceja, LeBron James (26 tantos, 12 capturas y 9 pases letales) y nuevamente brillante Austin Reaves (23 –5 de 9 desde el arco– y 8 asistencias) al frente. Un triple de Jokic sobre la bocina del periodo les aplacó un poco los ánimos (106-92) pero no los amilanó.
Un parcial de salida de 2-8 devolvió la fe al equipo angelino, que un 0-8, culminado con un triple de Reaves, se colocaron a una canasta con todavía 3:23 por jugar. A esa distancia se mantuvieron hasta que LeBron cometió dos errores decisivos. Con 129-126 falló un triple y con 131-126 perdió el balón a manos de Murray. Restaban 18 segundos de un duelo rara avis en los tiempos que corren: se lanzaron sólo 56 triples, de los que pasaron por el aro 26 (15-11), con ambos equipos acertando por encima del 45%.
Un exlaker, Kentavious Caldwell Pope (21 puntos), fue el mejor escudero de la dupla Jokic-Muray. Buenas aportaciones también del reserva Bruce Brown (16) y de los otros dos titulares, Aaron Gordon (12) y Michael Porter (15 y 10 rechaces). Los visitantes echaron de menos mejores números de D'Angelo Russell (8 tantos, con 4 de 11 en tiros de campo, y sólo 3 pases de canasta).
Antes del partido del Ball Arena se celebró la lotería del draft, en la que los Spurs se llevaron el premio: la posibilidad de elegir en el Nº1 al unicornio francés Victor Wembayama, un chico de 19 años, 2.21 metros y un catálogo de habilidades que podrían convertirle en un jugador que marque una época.
El equipo texano partía en el sorteo con el 14% de opciones de conseguir el Nº1, el mismo porcentaje que los Rockets y los Pistons, que finalmente elegirán en los puestos 4 y 5 en el draft, que tendrá lugar el 22 de junio. En segundo lugar elegirán los Hornets y el tercero los Blazers. Brandon Miller y Scoot Henderson apuntan a escoltar en el podio a Wembanyama.