Sin variar un ápice su postura a pesar de ser relegado por Rafael Nadal en la carrera por acaparar un mayor número de Grand Slam y de la división social generada en su entorno, regresa Novak Djokovic a la competición, en el torneo de Dubái, en el que puede participar a pesar de no estar vacunado.
El balcánico entrará en acción en este 2022. Saltará a la pista para disputar un torneo que ha ganado cinco veces, la última hace dos cursos. El italiano Lorenzo Mussetti, una de las esperanzas de futuro en el circuito será su primer adversario.
Aún con la imagen fresca en la memoria de todo lo sucedido en Australia, de la espera en el mostrador del aeropuerto de Melbourne, de los interrogatorios por las autoridades del país y por la estancia en un hotel de mala muerte hasta ser deportado, llegó a Dubái sin problema alguno de acceso.
No hay exigencias de vacunación en los Emiratos Árabes donde basta con presentar un resultado PCR negativo setenta y dos horas antes del viaje. No habrá debate por tanto para que el serbio poseedor de veinte grandes títulos salte a la pista a agrandar su historial y a iniciar el recorrido por un curso que arrancó de mala manera para sus intereses.
En contra de lo habitual Novak Djokovic echará a andar en la penúltima semana de febrero. Con la temporada en marcha y la mayoría de los jugadores rodados. El serbio abrirá el raquetero para formar parte de un ATP 500 tras haber pasado por alto el primer grande del curso y en medio de las especulaciones sobre las posibilidades de acceso al resto de torneos por las exigencias del Covid y en alerta ante un eventual cambio de postura del jugador.
Las líneas están marcadas entre los partidarios del serbio y sus detractores. Un runrún que irrumpió en enero pasado cuando fue detenido dos veces y finalmente expulsado de Australia. Cuando su presencia en el país oceánico fue una cuestión de estado.
Así las cosas y a expensas de las normas, Djokovic empezará su particular temporada con el número uno en el aire. El ruso Daniil Medvedev, finalista en Australia está al acecho. A punto de convertirse en el nuevo rey del circuito. Por primera vez desde el 2004, con el estadounidense Andy Roddick, la cima del ránking ha sido siempre cosa del ‘big four’: Roger Federer, Rafael Nadal, Djokovic y Andy Murray. Pero el moscovita puede acabar con esto y ocupar el lugar el lunes 28 de febrero.
Está en la mano del ruso, no de Djokovic que puede sufrir un nuevo revés en el 2022. A la expulsión del Abierto de Australia se añadirá su caída del primer puesto. Si Medvedev gana en Acapulco, donde se encontrará con Nadal, será el número uno aunque Nole gane en Dubái. Es decir, si el ruso hace lo mismo o mejor que el serbio, estará en la cima. Aunque el tiempo de estancia de Daniil en lo alto dependerá de los próximos eventos.
El tenista de Belgrado ha sido el mejor durante 360 semanas aunque en momentos diferentes. Y consecutivamente no ha caído de la cima desde el 3 de febrero del 2020.
Djokovic no juega desde las semifinales de la Copa Davis al principio de diciembre. Más allá en el circuito, desde la semifinal del Masters, en noviembre pasado. Ahora, volverá desde la próxima semana.
Arrancará el serbio con el italiano Lorenzo Musetti en la primera ronda de Dubai. El transalpino es uno de los referentes de la conocida como Next Gen. Invitado por el torneo, el tenista de Carrara de 19 años, fue cuarto finalista en Róterdam y en Pune. No superó la primera ronda del Abierto de Australia batido por el local Alex de Miñaur.
Djokovic ya sabe cómo se las gasta el transalpino con el que se topó en Roland Garros del pasado año, en octavos. Mussetti acabó por abandonar después de ganar las dos primeras mangas y que el número uno del mundo protagonizara una contundente remontada para forzar el quinto set que el italiano, agotado, desechó jugar.