Este viernes arranca la Copa Laver de tenis, el equivalente a la mítica Ryder de golf, en la que la ciudad de Berlín será testigo del choque entre el equipo europeo y otro representante del resto del mundo, cuya gran atracción será el español Carlos Alcaraz, que debuta en el torneo, para ayudar a su bloque a reconquistar una copa que en las últimas dos ediciones han alzado el combinado internacional.

Por la pista del Uber Arena de la capital alemana desfilarán algunas de las mejores raquetas del planeta. Los Carlos Alcaraz, Casper Ruud, Stefanos Tsitsipas, Taylor Fritz, Frances Tiafoe o el ídolo local Alexander Zverev garantizan un gran espectáculo de un torneo reconocido por la ATP, aunque no puntuable para el circuito masculino. El chileno Alejandro Tabilo y el argentino Francisco Cerúndolo ejercerán de representación latina en la Copa Laver.

La competición se desarrollará a lo largo de tres días, de viernes a domingo, con cuatro partidos por jornada (tres individuales y uno de dobles), hasta completar doce encuentros totales. Todos los duelos se disputarán en dos mangas y, si estas se saldaran en igualada, se jugaría un superdesempate en el que el primero que alcanzara diez puntos, con una diferencia de dos sobre el rival, se adjudicaría la victoria.

No todas valen lo mismo. Los triunfos conseguidos durante el viernes cuentan un punto en la general; los cosechados el sábado, dos puntos; y los obtenidos el domingo, tres. El primer equipo que consiga trece puntos totales se llevará el trofeo y en caso de que se diera un hipotético empate a doce triunfos, tendría lugar un último duelo para dirimir al campeón.

Todos los jugadores de cada equipo deben disputar al menos un partido, cuatro de los seis de cada equipo, como mínimo, deben intervenir en un duelo de dobles, y no se puede jugar un individuales más de dos veces.

Un formato original para una copa bautizada en homenaje a uno de los más grandes de la historia del tenis, el australiano Rod Laver, y entre cuyos promotores está otra gran leyenda: el suizo Roger Federer.

Precisamente, fue en una Copa Laver, en Praga en 2022, en la que se retiró como profesional el helvético, en un partido de dobles haciendo pareja con Rafa Nadal, dejando la icónica imagen de ambos llorando en el banquillo a la conclusión.

El propio Nadal, a causa de sus problemas físicos, ha sido la última baja confirmada del elenco original previsto para el certamen. Y no ha sido la única.

Las lesiones también han impedido la participación del australiano de origen hispano Álex de Miñaur y el estadounidense Tommy Paul, además de las ausencias ya conocidas de antemano del italiano Jannik Sinner, número uno del mundo, o el serbio Novak Djokovic.

Los conjuntos estarán dirigidos por los igualmente históricos Björn Borg y John McEnroe, que llevan ejerciendo de capitán del Equipo Europeo y el Equipo Mundial desde el comienzo del certamen en 2017 y que pondrán punto y final a dicha andadura en esta edición de 2024. A partir de la próxima, que se jugará en la ciudad estadounidense de San Francisco, serán el francés Yannick Noah y el norteamericano Andre Agassi quienes lideren los bloques.

En las seis Copas Laver disputadas hasta ahora, lidera Europa con cuatro triunfos a dos; si bien el resto del mundo se ha adjudicado los últimos dos entorchados. En esta, el torneo se disputará sobre superficie dura, lo que beneficiará a los especialistas en el saque como Tiafoe, pero que tampoco le es desconocida a Carlos Alcaraz. No en vano fue sobre ella en la que ganó su primer Grand Slam -el Abierto de Estados Unidos 2022-.

En una entrevista con EFE, Alcaraz, el más aclamado por el público durante la presentación del torneo en la Puerta de Brandenburgo de Berlín, destacó que le será "muy bonito estar rodeado de los jugadores contra los que normalmente" compite todo el año y que van a tratar de “disfrutar el fin de semana al máximo” y "darlo todo para llevar la victoria a Europa, que lleva dos años sin conseguirla", además de acordarse de su compatriota Nadal, al que echará "de menos".

El cerebro de la idea, Roger Federer, ha apostado por la victoria de los europeos, aunque por lo que de verdad se siente "emocionado", como él mismo reconoció, es por ver jugar a Alcaraz por primera vez en el invento que él mismo engendró.