Paula Badosa, que llegaba con muchas dudas a Wimbledon, superó el debut ante la estadounidense Alison Riske (6-3 y 6-3) y gana confianza para un Grand Slam donde nunca ha pasado de octavos de final.
La española se lesionó en la columna vertebral durante el torneo de Roma, previo a Roland Garros, y se perdió el Grand Slam parisino, así como la gira previa de hierba a Wimbledon.
Badosa aterrizó en el All England Club con muchas incertidumbres y, como ella mismo dijo, consciente de que no está al 100 %. Pese a ello, no fue impedimento para que Badosa se deshiciera de una Riske venida a menos, pero que en su día representó una gran dificultad en una superficie en la que ganó títulos y jugó finales.
La estadounidense no gana un partido oficial desde el pasado US Open y claudicó ante una Badosa que necesitaba exactamente esta clase de partido para darse opciones en el torneo. El año pasado hizo cuartos, hasta que le frenó Simona Halep y después de ganar a una doble campeona como Petra Kvitova, y ahora queda comprobar dónde está su techo este curso.
La próxima rival de Badosa será otra ganadora júnior de Grand Slam, la ucraniana Marta Kostyuk, que derrotó a la octava cabeza de serie del torneo, Maria Sakkari, en tres sets. Será el cuarto enfrentamiento entre ambas, siempre con victoria para la española, en Australia 2019 y 2022, y en Roma 2023.