El danés Jonas Vingegaard (Jumbo Visma) asestó un nuevo golpe a la general del Dauphiné enfundándose el maillot amarillo tras una exhibición en solitario que le condujo a la victoria en la quinta etapa, disputada entre Cormoranche-sur-Saône y Salins-les-Bains, de 191,1 km.
Apenas 24 horas después de dar el primer aviso en la contrarreloj, Jonas Vingegaard (Hillerslev, 26 años) asumió el protagonismo del líder real para pasar a la ofensiva en un corto puerto de segunda cercano a meta y navegar en solitario para hacerse con una victoria incontestable y significativa.
Un golpe que le permite desalojar del maillot amarillo a su compatriota Mikkel Bjerg y demostrar que su estado de forma es excelente a menos de un mes para que comience en Bilbao el Tour de Francia, en el que defenderá el título que se llevó en 2022.
Vingegaard, tras 14 km en fuga, llegó a la meta de Salins les Bains con un tiempo de 4h.03.42, a una media de 47 km/h. Los primeros perseguidores llegaron a 31 segundos con el francés Julian Alaphilippe al frente.
Nuevo líder, con aroma de vencedor definitivo, si bien resta un fin de semana muy intenso en la montaña. Vingegaard subió al podio para cambiar el amarillo Jumbo por el amarillo líder del Dauphiné. Le sigue el australiano Ben O'Connor (Ag2r) a 1.10 minutos y Alaphilippe a 1.23.
Entre los españoles, de momento pocas opciones de podio. Carlos Rodríguez, decimocuarto, es el primero a 3 minutos, David de la Cruz está a 3.25, Mikel Landa a 3.40 y Enric Mas a 3.44.
El interés de la jornada estaba concentrado en la segunda mitad, con un recorrido escarpado de media montaña que incluía dos puertos de tercera y uno de segunda. El pelotón hizo sus cálculos y dio luz verde a una escapada de 6 corredores con Politt (Bora-Hansgrohe), Zimmermann (Intermarché), Gregaard (Uno-X), De Gendt (Lotto Dstny), Boasson-Hagen (TotalEnergies) y Heinschke (DSM).
El gigante y poderoso Politt era el mejor clasificado a 2.34 minutos de Mikkel Bjerg, pero el detalle no puso nervioso al gran grupo, que, no obstante, fue obligado a completar 50,8 km en la primera hora de carrera.
En la zona de subidas y bajadas cambió el panorama. Una diferencia de 5 minutos se fue reduciendo a medida que la carretera se alzaba ante los ojos de los fugados, que superaron la Cota de Château-Chalon (3a, 4,4 Km al 4,1%) y de Ivory (3a,2,2 Km al 5,7%) con algunas esperanzas de éxito, pero cada vez más menguadas.
En la Cota de Thésy (2a,3,7 Km al 8,2%), un puerto corto pero complicado de gestionar por sus tramos del 10 por ciento, la etapa saltó por los aires. Se movieron los favoritos. El primero Richard Carapaz, con un ataque a 2,5 km de la cima y 14 de meta que echó abajo la fuga inicial y espoleó a Vingegaard, el único que pudo seguir la ruda del ecuatoriano.
El líder Mikkel Bjerg, con problemas mecánicos, ya se estaba despidiendo del maillot amarillo, mientras que su equipo, el UAE trataba de llevar a Adam Yates a cabeza de carrera.
El atrevimiento de Carapaz le costó caro al campeón olímpico, pues se quedó clavado ante le hachazo de Vingegaard a 1,5 de la cima. El nórdico, poderoso y contundente, se fue para no volver, mientras hacía inútil la persecución de los hombres de la general.
El ganador del Tour coronó la cima con 33 segundos de ventaja, diferencia que supo mantener con una exhibición en solitario que le permitió saborear la gloria en la meta de Salins-les-Bains, pequeña localidad famosa por sus salinas, que figuran desde 2009 en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Fue la novena victoria para Vingegaard esta temporada con solo 23 días de competición y la número 21 en su palmarés, en el que figura con letras de oro el Tour 2022 y la Itzulia 2023 lograda esta temporada.
Este viernes la sexta etapa unirá las localidades de Nantua y Crest-Voland a través de 170,2 km.