De Pekín regresó con el mal sabor de boca de quedarse a las puertas, pero de París Enmanuel Reyes Pla, el Profeta, se trajo una gran sonrisa asociada a su medalla de bronce olímpica en boxeo.
El cubano afincado en A Coruña regresó este miércoles por la mañana a la ciudad y fue recibido en el aeropuerto de Alvedro por un buen número de amigos y aficionados que no quisieron pasar la oportunidad de fotografiarse con la nueva medalla herculina de los Juegos Olímpicos.
Gritos de “Sí, sí, sí, el bronce ya está aquí”, “Enmanuel, Enmanuel” o “Campeones, campeones” le han arropado a su llegada.
El púgil de origen cubano pero afincado en A Coruña desde hace siete años se ha mostrado "supercontento" por el recibimiento.
"Esta es mi ciudad y aquí está mi gente. Ahora me toca descansar, disfrutar de la familia y los amigos antes de ponerme a trabajar”, declaró el boxeador, quien sueña con colgarse la medalla de oro en Los Ángeles 2028.
Reyes Pla rompió en la capital francesa la larga sequía del boxeo español en una cita olímpica con su “chapa” de bronce en los -92kg-, ya que España no se subía a un podio en los Juegos Olímpicos desde Sídney 2000 (medalla de plata de Rafael Lozano)
Enmanuel Reyes empezará desde ya a preparar el ciclo olímpico que le tiene que llevar a Los Ángeles 2028 con la vista puesta en llegar a la final de su categoría y pelear por la medalla de oro.