- La renovada selección española femenina de balonmano arrancó su andadura en el Europeo de Hungría, Austria y Suiza con una victoria, tras imponerse este jueves por 30-24 a Portugal, en un choque en el que las ‘Guerreras’ sufrieron mucho más de lo que reflejó el marcador final.
De hecho, las de Ambros Martín no pudieron distanciarse hasta el tramo final del conjunto luso, gracias a la mejoría defensiva que exhibió en la segunda mitad un conjunto español, que se aferró en ataque a los goles de Carmen Campos, autora de ocho tantos, y de la joven Ester Somaza.
Altibajos propios de un equipo en pleno proceso de reconstrucción, pese a que de partida las de Ambros Martín parecieron dispuestas a mostrar el mismo vibrante juego que permitió a España derrotar a la todopoderosa Francia en el amistoso disputado en Saint-Etienne.
Pero las buenas noticias apenas duraron cinco minutos el tiempo que tardó Portugal en estrenar su marcador y lo más preocupante en comenzar a aprovechar los desajustes propios de un grupo de jugadoras que apenas lleva trabajando un par de semanas juntas.
Así en un visto y no visto se pasó del esperanzador 2-0 favorable a las ‘Guerreras’ que figuraba a los cinco minutos de juego en el marcador al más que inquietante 2-5 que reflejaba ses minutos más tarde.
Y es que en el momento que España bajó su rendimiento defensivo y no pudo correr, las de Ambros Martín comenzaron a atascarse en ataque, como reflejaron los más de diez minutos que las internacionales españolas se pasaron sin anotar.
Sequía que obligó al preparador español a dejar de repartir esfuerzos y situar a la vez sobre la pista en la primera línea a Danila So Delgado, Carmen Campos y Paula Arcos.
Una formación que unida a la dos exclusiones que encadenó Portugal permitió al conjunto español dar por completo la vuelta a la situación con un parcial de 4-0 que situó a las ‘Guerreras’ con un gol de ventaja (7-6) en el tanteador.
Pero cuando todo parecía a favor para el despegue del equipo español, de nuevo volvieron a aparecer los errores, esta vez en forma de fallidos lanzamientos e inoportunas pérdidas de balón.
Fallos que volvieron a poner de nuevo contra las cuerdas a la selección española que a volvió a encontrarse con una desventaja de tres goles (9-12) a menos de tres minutos para la conclusión de la primera mitad.
Un tiempo en el que España logró igualar de nuevo el marcador (12-12) gracias a los errores del conjunto luso, que pareció empeñado en devolver todos los ‘regalos’ que previamente le había otorgado el equipo español.
Paridad que se mantuvo (17-17) durante los trece primeros de la segunda parte, el tiempo que tardaron las de Ambros Martín en ajustar su entramado defensivo, el pilar sobre el que se sustenta cualquier opción de victoria del equipo español.
Una mejoría defensiva que permitió a las ‘Guerreras’ situarse con una renta de tres goles (22-19) que pareció encarrilar el triunfo de las españolas, sin embargo, a las de Ambros aún les quedaba todavía por sufrir.
Incapaces de frenar a la lateral Beatriz Sousa y, sobre todo, a Joana Resende, que cerró el choque con ocho dianas, las jugadoras españolas vieron reducida su ventaja a la mínima expresión (22-21).
Pero España pareció haber encontrado, por fin, el camino en defensa, como se comprobó con un par de recuperaciones consecutivas, una de ellas tras un magnífico robo de balón de Carmen Arroyo, a la que no le pareció pesar en ningún momento su condición de debutante en una gran competición internacional.
Acciones defensivas que permitieron a las ‘Guerreras’ situarse con una renta de cuatro goles (25-21) que el conjunto español, pese a las momentáneas dudas generadas por el ataque con siete jugadoras por el que apostó Portugal, no sólo logró conservar, sino incluso ampliar (30-24) de la mano de unas inspiradas Carmen Campos y la joven Ester Somaza.