El desacierto desde la línea de tres puntos (5/27, 18 por ciento de acierto), unido a 13 tiros libres fallados, condenó al Casademont Zaragoza a su primera derrota de la temporada en la pista del Monbus Obradoiro (76-73), que sobrevivió a sus 16 pérdidas -el doble que su rival- para arrancar el curso en la Liga Endesa con un sufrido triunfo.
Con un 11-3 de salida, el equipo gallego golpeó a su rival nada más arrancar el duelo. El técnico austríaco del Zaragoza, Martin Schiller, paró el partido, pero su equipo continuó sin demasiadas ideas en ataque. El Obradoiro estaba más enchufado en defensa. Supo cerrar el rebote defensivo para ahogar a un Zaragoza que finalizó el primer cuarto con un paupérrimo 1/10 en triples.
Cierto es que el porcentaje de acierto del Obradoiro no fue mucho mejor desde la línea de tres puntos (1/7), pero supo explotar su juego interior para aumentar, poco a poco, su ventaja. Con Westermann y los hermanos Scrubb bien sujetos, el croata Dragan Bender fue la solución ofensiva del equipo de Moncho Fernández, que pegó un estirón en los últimos instantes del primer cuarto (19-8).
El Obradoiro mantuvo esa cómoda renta (25-13, min.12) hasta que se desconectó del partido. Se cargó muy rápido de faltas y regaló numerosos balones que propiciaron canastas fáciles del Zaragoza, que se agarró al acierto del exobradoirista Santi Yusta, Ferrari y Sant-Roos para acercarse en el marcador (33-25).
Moncho Fernández pidió tiempo muerto. Devolvió a pista a Leo Westermann, pero tampoco funcionó. No era la noche del base francés. Con un triple de Ferrari, el Zaragoza culminó su remontada (38-37). El partido estaba abierto. La igualdad era máxima.
La actitud del Obradoiro cambió tras el paso por los vestuarios. Se enchufó de nuevo en defensa y jugó con más alegría en ataque. Su rival, además, se apagó en ataque, y Schiller se vio obligado a pedir otro tiempo muerto tras un parcial 10-2 en menos de dos minutos (50-39).
Zaragoza dominaba el rebote pero su desacierto lo penalizaba, ante un Obradoiro que sobrevivía por delante gracias a su juego interior (54-41). Lo cerró el equipo visitante, y las dudas aparecieron de nuevo en los jugadores de Moncho Fernández, desesperado en el banquillo por los continuos regalos de los suyos.
El Zaragoza, pese a su preocupante 3/21 en triples y nueve tiros libres fallados, entraba con vida en el último cuarto después de cinco puntos seguidos del cubano Howard Sant-Roos (60-53). Las alarmas se encendieron en el Obradoiro, demasiado acelerado. Su rival, pese a que continuó malgastando tiros libres, ya estaba a tres (63-60, min.33).
A partir de ahí, las dudas aumentaron en ambos lados; y los errores se multiplicaron. El electrónico apenas se movió. A falta de tres minutos, Obradoiro ganaba por tres (68-65). El atasco del Zaragoza continuó, y su técnico paró el partido. Un triple de Jessup (72-68) le hizo soñar con la victoria pero Sant-Roos falló su bandeja a falta de 23 segundos.
Monbus Obradoiro 76- 73 Casademont Zaragoza
Monbus Obradoiro (21+19+20+16): Westermann (2), Paige (17), Thomas Scrubb (11), Blazevic (10) y Vicedo (5) -equipo titular- Bender (16), Guerrero (7), Álex Suárez, Philp Scrubb (4), Walker (3) y Zurbriggen.
Casademont Zaragoza (11+26+16+20): Ferrari (5), Jessup (13), Sant-Roos (15), Simanic (4) y Mekowulu (6)-equipo titular- Yusta (6), Radoncic (3), Ponitka (2), Lomazs (10), Hlinason (4) y Nguirane (3).
Árbitros: Antonio Conde, Francisco Araña y Héctor Baez.
Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada de la Liga Endesa disputado en el Multiusos Fontes do Sar ante 5.595 espectadores