Da igual el momento de forma en que el Oviedo llegue a su cita con el Leyma Basquet Coruña, el equipo naranja está condenado a sufrir. Y, casi siempre, a perder. Así sucedió ayer en Pumarín, donde los de Diego Epifanio, tras un mala segunda mitad resucitaron a su ‘bestia negra’, que se dio su primera alegría del curso.
El conjunto carbayón, que por primera vez en la temporada dispuso de toda su plantilla, arrancó con el cuchillo en los dientes en defensa, presionando a toda cancha y muy agresivo en su mitad. El Leyma no fue la zaga, haciéndose fuerte en las ayudas interiores.
El bajo ritmo anotador lo rompió un afortunado triple a tabla de Peñarroya (8-8), inicio de un parcial de 7-0 que, lejos de hundir a los visitantes, los espoleó y contestaron con un 0-10, abierto con sus dos primeros aciertos desde el arco (Barrueta y Jakovics). Meana subió el ritmo y la energía de Chuso González contagió a sus compañeros (25-24), aunque un triple desde media cancha, pegado a la banda derecha y sobre la bocina de Javi Vega devolvió el mando a los naranjas (25-27).
En el inicio del segundo acto el Oviedo recuperó la presión a toda pista. Fruto de ella anotó 4 puntos en los primeros 15 segundos, lo que tardó Diego Epifanio en parar el partido. Del tiempo muerto salió el Leyma cargando el juego sobre Diagne, que abusó de los interiores locales, aunque algunos errores en la transición defensiva de los visitantes mantuvieron el marcador más o menos nivelado. El arreón naranja llegó en el tramo final, para coger 8 puntos de renta (38-46), que dos libres de Crouch recortaron al descanso (40-46).
El arranque de la segunda mitad fue, directamente, el horror. Un Leyma perdido en errores de todo tipo encajó un 7-0 en 81 segundos. Epifanio paró el juego. Esta vez sin resultado. Pronto llegó el 12-0, que los 5 minutos se había convertido en un terrible 20-4.
Un triple de Javi Vega despertó a los naranjas, y una antideportiva de Pruitt a Jakovics prendió la mecha de la reacción: parcial de 0-10, cerrado con un triple de Barrueta (67-65). Cuatro puntos seguidos del ala-pívot madrileño dieron paso a un partido nuevo de 10 minutos (69-69).
Simeunovic, con la primera canasta del acto final, devolvió el mando al Leyma. El Oviedo replicó con un 5-0. Y le cayó la cuarta falta a Arteaga, Trifón Poch le mantuvo en pista. Y en la siguiente posesión le arrancó la cuarta a Nwogbo, que protestó y se fue al banquillo para el resto del choque.
Los puntos empezaron a caer con cuentagotas, la mayoría desde el 4.60. A 3.11 del final, Font daría al Leyma la que sería su última ventaja (78-80). La secuencia posterior naranja resultó lapidaria: falta en ataque, un triple librado al limbo y dos balones perdidos en malos pases. La azul, 2 triples y una canasta de Thornbjarnason al límite de la posesión.
La puntilla la pusieron Arteaga, a 63 segundos del final, capturando un rebote ofensivo, recibiendo falta y anotando un libre (87-80), y un tapón del ‘viejo rockero’ canario a Filipovic en la posterior posesión. Al final 10 puntos de diferencia, el mismo número de libres que desperdició el Leyma.
Oviedo Club Baloncesto, 93-Leyma Basquet Coruña, 83 |
Oviedo (25+15+29+21): Lecesne (13), Crouch (16), Pruitt (11), Meana (4), Arteaga (11), Peñarroya () –cinco inicial– Comendador (2), Thorbjarnason (10), Domenech (4), Andrejevic (4), Chuso González (5).
|