El Bilbao Basket selló su permanencia en la Liga Endesa con un cómodo triunfo en la pista del Río Breogán (68-80), donde no acusó la dura derrota europea ante el Chemnitz y ahondó en la crisis del equipo gallego, que se complica su continuidad en la máxima categoría del baloncesto español.

El Breogán se condenó con un desastroso primer cuarto. El equipo de Veljko Mrsic empezó mandando (7-4, tras un triple de Sergi García), pero un monumental atasco ofensivo (1/10 en triples en los primeros diez minutos) le hizo mucho daño. Ni tan siquiera el tiempo muerto de su entrenador apagó el incendio, y el Bilbao Basket se distanció tras un parcial 0-10 que cortó el lituano Martynas Sajus.

Al Breogán le faltaban los puntos del estadounidense Ben McLemore, y su rival siguió aumentando su ventaja apoyándose en el juego de sus exteriores (11-21). El Bilbao apenas acusaba la importante baja del pívot Sacha Killeya-Jones.

Pero unos minutos de inspiración del argentino Juan Fernández y la agresividad defensiva de Anthony Polite reactivaron al equipo lucense, que se acercó a dos puntos en el marcador (19-21) pese al tiempo muerto de Jaume Ponsarnau. El Breogán incluso disfrutó de dos ataques para igualar o voltear el marcador, pero sus errores dieron vida al Bilbao, que explotó su velocidad para mantenerse por delante (32-37, descanso).

En el tercer asalto, Mrsic apostó de salida por un equipo con cuatro jugadores pequeños y Sakho. Su equipo subió su nivel de intensidad, pero el Bilbao aguantó el pulso pese a cargarse muy rápido de faltas. Hornsby castigó cada error breoganista, y Justin Robinson siguió demasiado acelerado. A Mrsic no le queda otra opción que parar el encuentro tras un rápido contraataque culminado por Smith (41-51, min.26).

Dos triples consecutivos, de Momirov y McLemore, ajustaron de nuevo el choque (48-53), aunque otra vez las pérdidas breoganistas oxigenaron al Bilbao, que entró en el último cuarto con una renta de ocho puntos (48-56), que conservó sin demasiados agobios.

Los dos equipos entraron muy rápido en bonus, y eso benefició al cuadro de Ponsarnau. A falta de cinco minutos, Mrsic devolvió a pista a McLemore pese a su desastrosa tarde hasta ese momento. Pero el problema de su equipo estaba en sus errores infantiles, además de su pésimo porcentaje desde la línea de tres puntos (5/28). La victoria verdinegra nunca peligró.