El Real Madrid peleará por revalidar el título de la Supercopa Endesa de baloncesto al vencer por 80-90 al Barça en la primera semifinal del torneo que se celebra en Murcia, en la que demostró estar mucho más conjuntado que su rival, ya que solo cuenta con la vuelta de Facundo Campazzo como única novedad en su plantilla.
El buen hacer de Dzanan Musa, con 24 puntos, y los 17 del base argentino fueron claves en un encuentro en el que el Nicolás Laprovittola hizo 27 tantos para el equipo de un Roger Grimau, que no tuvo un buen estreno en el banquillo azulgrana.
La primera gran ovación en un Palacio de los Deportes de Murcia remodelado para la ocasión se la llevó ya en la presentación Campazzo, quien fue ídolo de la afición del UCAM CB durante dos campañas, entre 2015 y 2017,cuando el base argentino fue cedido por el Madrid.
Ya con el balón el juego el partido comenzó con muchos fallos por parte de ambos equipos y, tras una puesta en escena algo mejor para el Barça (6-2), reaccionó el Madrid para cobrar su primera ventaja en el partido (8-12).
Nicolás Laprovittola, con 16 puntos y tres triples sin fallo; y Gabriel Deck, con ocho tantos, protagonizaron un gran duelo anotador entre argentinos en un cuarto inicial que acabó con los de Roger Grimau tres arriba (25-22) y dos triples convertidos para rematar el periodo, uno de Álex Abrines y otro, sobre la bocina, de Sergio Rodríguez.
En el segundo parcial un problema con la iluminación en el Palacio motivó que el encuentro estuviera detenido durante unos minutos y al reanudarse siguió mandando el Barça, que estiró su renta hasta los siete puntos (32-25) tras un triple anotado por Joel Parra.
Los de Chus Mateo, con Campazzo asumiendo la responsabilidad en ataque, nivelaron el marcador (32-32) justo cuando Darío Brizuela volvía del banquillo en ropa de paseo y con hielo en la frente tras ser atendido de un golpe recibido por parte de Walter Tavares. No volvería a jugar y dio por finalizada su partido con sólo 53 segundos en pista.
La racha de los blancos, que llegó a ser de 5-17, hizo que el Real Madrid, con Tavares haciendo daño en la zona azulgrana como suele ocurrir en los clásicos, llegase al descanso con una renta de dos puntos (40-42).
En la reanudación se sucedieron las alternativas pero la determinación de Dzanan Musa mantuvo al Madrid arriba en el marcador (45-50). En un encuentro en el que a ambos equipos se les veía claramente lejos de su mejor forma, Campazzo y Tavares parecieron disparar al Madrid con un parcial de 0-7 justo después de que el debutante Jabari Parker estrenara su cuenta anotadora en España con un triple.
El 58-65 llevó a Grimau a parar el choque con tiempo muerto pero el Barcelona siguió desconectado y su rival se lo hizo pagar llegando al final del tercer periodo con el partido encarrilado (59-67).
Quedaban 10 minutos de batalla y el conjunto de Chus Mateo, pese a tener a Deck fuera de la pista con molestias, la encaraba con más confianza. Así elevó su ventaja por encima de los dos dígitos por primera vez en el encuentro (59-70) y tres triples seguidos de un enchufadísimo Musa le acercaron casi definitivamente al triunfo (66-81 con menos de cinco minutos por jugar).
Esa victoria no correría riesgo -la ventaja llegó a ser de 17 tantos con el 66-83 y el 68-85- y el Madrid peleará este domingo por lograr su décimo título de la Supercopa, que sería el sexto consecutivo.