Hace unos pocos días, estábamos unos amigos y yo charlando acerca de la última jornada de Primera División que se iba a disputar ese fin de semana. Hubo un momento de la charla en el que a todos nos salió el forofo que llevamos dentro y nos planteamos la posibilidad de que nuestro eterno rival futbolístico acabase descendiendo a Segunda. La situación no era nada descabellada. Los vigueses estaban virtualmente salvados en la jornada 27 y desde ese momento solo ganaron un partido ante el colista Elche y perdieron casi todos los demás. Estaban un punto por encima del descenso y jugaban contra el Barcelona. Mis amigos y yo nos vinimos arriba y planteamos ese posible descenso que acarrearía que su filial no pudiese pelear por el ascenso a Segunda y ya, para completar el panorama, que el Depor subiera y así el año que viene recuperaríamos el auténtico derbi y no el que hemos tenido estos años, que ha sido humillante jugar contra la versión B del eterno rival. El caso es que al final metimos para dentro al forofo y sacamos el sentidiño y recordamos que nos tenemos que olvidar de lo que hagan los demás. Que llevamos unos años que no hacemos más que coleccionar disgustos y que no estamos para andar fijándonos en lo que hacen otros, por muy eternos rivales que sean. Al final le ganaron al Barcelona y se salvaron. Era lo lógico. Los azulgranas, ya campeones, estaban tan relajados como el último día de la temporada 2014-2015 cuando fuimos nosotros los que nos salvamos en el Nou Camp. Y lo bueno del asunto fue que volvieron a encajar goles. Eso fue algo en lo que coincidimos mis amigos y yo, en que nos interesaba que le marcaran algún gol a Ter Stegen para que el récord, que posee Liaño desde hace casi 30 años, siga vigente. Y así fue. Ese Ter Stegen que en la jornada 30 solo llevaba 9 goles encajados se relajó en las 8 últimas y encajó la misma cantidad de goles. El récord de Liaño no se ha superado y nosotros, los deportivistas, estamos muy contentos por ello.
Y el otro récord que nos ha llegado estos días es el de asistencia a un estadio en Primera RFEF. Nada menos que 28.828 espectadores estuvimos el domingo pasado en Riazor. Ya sabíamos que domingo tras domingo superábamos a casi todos los estadios de Segunda y a muchos de Primera (el del eterno rival no nos gana ni cuando les va el Madrid o el Barça), pero ahora tenemos este récord en Primera RFEF que muy pocos van a poder igualar o superar.
Lo primero de todo porque para batir ese récord hace falta tener un estadio con esa capacidad. Y hasta donde yo sé creo que sólo la Nueva Condomina, con algo más de 30.000 espectadores y el Rico Pérez de Alicante, que debe de andar por una cifra similar, podrían igualar ese récord de entre los equipos que militan en Primera o en Segunda RFEF. A partir de ahí, nadie más. Ni siquiera el Málaga, recién descendido, tiene un estadio con esa capacidad. Con lo cual parece que va a ser una marca que tardará en superarse.
El récord de Liaño de partidos sin encajar, el récord de menor número de goles encajados en una temporada en Primera, el récord de puntos en Segunda, el récord de espectadores en un partido en Primera RFEF… son pequeños hitos, pero suficientes para estar orgullosos de nuestro club. Sobre todo ahora en esta época de vacas tan flacas se agradece que se recuerden estas cositas que demuestran que seguimos siendo un club muy grande. Ahora ya sólo falta que seamos también muy grandes en la categoría en la que militemos.