Estaba yo el domingo pasado con el mismo ánimo que todos los deportivistas cuando ya estaba pensando en el artículo que iba a escribir para este domingo. Lo tenía en bandeja, ciertamente. Después de la enésima decepción me planteaba hacer un “Grandes Éxitos” de los disgustos que llevamos los deportivistas en los últimos años. Me planteaba recordar aquel partido ante el Rayo en 1983 y compararlo con el que jugamos contra el Albacete el año pasado. Iba a recordar aquel partido ante el Oviedo de 1986 en la penúltima jornada con un calamitoso arbitraje, el del año siguiente en Riazor ante el eterno rival… y comparar todo eso con la colección de descensos y no-ascensos de estos últimos años. Pensar que lo que llevamos en pocos años es lo mismo que en los últimos 40 años. Y, por descontado, llevamos más entrenadores en los últimos 8 años que en los 35 años anteriores.
Pero no. La directiva del RC Deportivo se ha empeñado en que nada de eso sea así. El disgusto de la eliminación de Castellón nos iba a durar día y medio. Lo suyo era que asumiéramos que vamos a estar otro año en Primera RFEF (ya somos un clásico de la categoría), que intentáramos retener a Quiles, que llegase algún jugador medianamente ilusionante, que saliera la campaña de abonos, que fuésemos todos como locos a renovar el carnet y vuelta a empezar un año más con veintitantos mil socios y las ilusiones intactas una vez más.
Pues no. La presunta directiva que teníamos ha decidido poner tierra de por medio y ha renunciado en bloque. A día de hoy la información es casi nula y la poca que ha habido hay que cogerla con alfileres. Nos dicen que no hagamos caso de los dimes y diretes que salen en prensa y al día siguiente aparece el anuncio de la contratación como director técnico de uno de los nombres que habían salido a la palestra. O sea, que no hay nada de lo que se rumorea pero luego resulta que sí.
Del cese de Rubén de la Barrera poco hay que añadir. Se le puede cesar, se le puede decir que van a cambiar el proyecto de arriba a abajo, se le pueden decir mil cosas… pero decirle a alguien a las 10 de la noche que le echan por no ascender cuando sólo ha estado cuatro partidos es cuanto menos una falta de ética y de respeto a un profesional muy grande. Además de una tomadura de pelo. Y yo creo que todos los deportivistas nos hemos visto reflejados en Rubén de la Barrera con la falta de información tan grande que ha habido. Dice Rubén que si le llaman de nuevo volverá, pero no sabe si lo hará por deportivista o por g.l.p.ll.s Bueno, pues lo mismo nos pasará a todos los deportivistas. Que cuando salgan los carnets de la próxima temporada los iremos a renovar como locos. Y no sabremos si lo hacemos porque somos deportivistas o esa otra cosa con nombre feo. Y todo por el trato recibido. Aunque haya una entidad que posee el 76% de las acciones y puede hacer con el club lo que le plazca, creo que esos 25000 abonados y todo el deportivismo en general se merece una consideración que a día de hoy no está habiendo. Que no se olviden que un equipo con la masa social del Deportivo se puede vender por una buena cifra y si las ofertas que le llegan son de esa cuantía es por algo. Pero si llegamos a ser un equipo vulgar de Segunda B con cuatro gatos en la grada posiblemente no le den ni cuatro duros por él.
Pues nada, adiós a esta directiva. A alguno ni le hemos visto la cara aunque, al parecer, ha cobrado del Deportivo por formar parte del consejo de administración. Y luego decían de Lendoiro.