Reflexionaba la semana pasada acerca de si había que empezar a preocuparse o no con la situación clasificatoria de nuestro RC Deportivo. Y poco después nos encontramos con el fiasco de Fuenlabrada. Que es lo que decimos siempre, que no es sólo que pierdas sino la manera en la que lo has hecho. Un partido controlado, ganado hasta el descuento, contra un rival muy inferior y con unos veinte minutos iniciales en los que podían haber caído tres o cuatro goles perfectamente. Y al final se va todo al garete en dos minutos. Tenemos una plantilla veterana, con muchos partidos en categorías superiores y experimentada al máximo. Pues bien, encajamos dos goles de juveniles imberbes ante un rival de lo más inocente. Una situación similar sucedió en Riazor ante el Teruel con la expulsión –rigurosa o no- de Lucas. Un futbolista como el de Monelos, que ha jugado en Primera, en la Premier y en la Champions no puede caer en un error como el que cometió aquel día y que nos dejó con uno menos durante una hora. Tampoco es explicable lo del Cornellá, ni lo del Rayo Majadahonda… Y así estamos, con seis partidos jugados y una sola victoria. Es para empezar a preocuparse. Ahora sí.
Y hoy nos visita el Fortuna, pero no el de Dusseldorf, que ya quisiéramos nosotros tener un partido oficial frente a un rival internacional, aunque creo que este conjunto alemán anda ahora también en horas bajas en la Segunda División de su país. El que nos visita hoy es la versión B de nuestro eterno rival en la que es la cuarta edición del partido del bochorno para un deportivista. Ahora por lo visto le llaman así a su filial. Le han puesto como “apellido” el nombre de uno de los equipos que se fusionaron para crear el club que existe actualmente. Y claro, al ver el nombre completo a mí lo primero que me vino a la mente fue el de dos marcas de tabaco que no sé si siguen existiendo, ya que no he fumado nunca, pero que recuerdo perfectamente verlas en las máquinas de tabaco que había antes en los bares: Celtas “sin filtro” y Fortuna. En fin, que el eterno rival le ha llamado ya a su filial de no sé cuántas formas: han sido Gran Peña, han sido Turista, han sido el “B”, a secas, y ahora son el Fortuna. Pues muy bien.
Y para nosotros hoy es una reválida. No era lo que buscábamos pero es lo que hay. Tras el fiasco de Fuenlabrada y de ganar sólo un partido de seis hoy no sirve otra cosa que la victoria. Hay quien pide una victoria clara, pero yo creo que con simplemente ganar sería suficiente. Cualquier otro resultado nos llevaría a una crisis demasiado temprana. Ahora estamos a nueve puntos del Nástic. Muchos puntos en muy pocas jornadas. Aunque eso a mí no es lo que más me importa ahora mismo. Hace un año, sin ir más lejos, el Córdoba parecía que se iba a comer el mundo y al final no se comieron ni los mocos. Es decir, que muy bien el Nástic hasta ahora, pero ya veremos más adelante. Lo que nos tiene que importar a los deportivistas es que sólo llevamos una victoria en seis partidos. Y eso no tiene justificación. Las bajas pueden influir, efectivamente, pero no creo que ni el Real Madrid ni el Barcelona dejen de ser favoritos en ningún partido de Primera por el simple hecho de que no jueguen Vinicius o Lewandowski, por poner un ejemplo.
Pues lo dicho, hoy jugamos contra el actual Fortuna. Otra vez el partido del bochorno. La primera vez fue la vergüenza absoluta, al año siguiente les metimos cinco y el año pasado nos quedamos en un 2-0 bastante convincente. Hoy les tenemos que meter un puro. Pero no por la rivalidad –que también- sino porque lo necesitamos como el comer. A ver qué pasa.