Lo acontecido el pasado fin de semana en la pista madrileña de Gallur hay que catalogarlo de espectacular. Las cuatro jornadas vividas serán inolvidables. Hemos asistido quizá a uno de los mejores campeonatos de la historia, tal vez el mejor. El nivel exhibido por los atletas roza la perfección. Innumerables mejores marcas personales en las pruebas de velocidad y vallas especialmente, muchísimas pruebas han contado, además de con enorme calidad y nivel, con una dosis de emoción como pocas veces hemos vivido.
El escenario madrileño es un talismán para las pruebas de anillo en la velocidad. Su composición hace que la propia pista te devuelva la pisada a lo que hay que añadir la altura de la capital de España, lo que facilita la consecución de grandes registros. Y en esta ecuación entran los atletas coruñeses. Tres fueron los que se desplazaron a Madrid. En la vuelta a la pista, Xabier Lires paraba el crono en 21.72, mejor marca personal, con el hándicap de correr por la calle 4, lo que hace que esa marca tenga mucho valor. La vuelta de Paula Iglesias fue una de las grandes noticias de la temporada, después de un paréntesis que se prolongaba más de lo deseado por la atleta, se metía en una nueva cita en la élite. Una prueba donde la final fue un auténtico escándalo, con todas las finalistas destrozando sus marcas personales.
Y en mayúsculas, con nombre propio el de Hugo Vázquez, coruñés, que hace quince días volvía a repetir medalla de plata en el nacional sub23 de Sabadell, se metía en una final absoluta con una actuación para enmarcar. Con solvencia en las eliminatorias, donde pasó a semis con un crono de 7.90, en la semi rozó la perfección mostrando la seguridad de alguien que esta llamado a escribir con letras de oro su trayectoria en las vallas. Paró el crono en 7.85, lo que le valió un nuevo récord gallego absoluto y le aseguraba calle de privilegio en la final. Pero el problema de las vallas es que son muy traicioneras. Un toque en una de ellas lo sacó de la carrera, algo que no empaña ni un ápice su campeonato y deja claro que está ante su gran año de cara al aire libre.
La expedición gallega contaba con varias cartas marcadas para estar en el podio. Una de ellas Ana Peleteiro, que sacaba su mejor versión para volar hasta los 14.33 en una serie donde saltó siempre por encima de los 14 metros.
Otra que no se baja desde lo más alto del podio es la mugardesa Belén Toimil, desde el primer lanzamiento ya sabia que era de nuevo campeona de España, su marca final de 17.49 hace que soñemos con verla en el europeo de los Países Bajos y en mundial. Era su quinto título consecutivo y su décimocuarta medalla bajo techo.
El viveriense Adrián Ben aparcaba la prueba que lo encumbró a nivel mundial los 800 m.l., donde ya se vuela con atletas corriendo en 1.41, para centrarse esta temporada en los 1.500 m.l. una prueba que domina a la perfección. No en vano sus comienzos en la élite de los campeonatos internacionales de sub18 y sub20 fueron en esta distancia. En esta ocasión logró la medalla de plata tras el cántabro Mohamed Attaoui en una carrera emocionante donde siempre dio la cara, haciendo que la medalla de oro se tuviera que sudar y mucho hasta el final.