Ha marcado cinco goles en los últimos cinco partidos, con el doblete ante el Espanyol como guinda. Está en racha. Hablamos de Millene Cabral (Porto Alegre, Brasil, 29/11/1997). Pese a su edad, ya sabe lo que es jugar en su país natal, en Estados Unidos, en Japón y en la máxima categoría del fútbol español. Un camino arriesgado, con buenos y malos momentos, que encontró su punto de inflexión cuando firmó por el Depor Abanca en el verano de 2022.

¿El gol contra el Espanyol fue con la espalda?
No. Mucha gente me lo ha dicho, pero fue con la cabeza. Me dio en la parte de atrás.

¿En los últimos minutos del partido pensaste ‘vamos a empatar’ o es tal la concentración que no da tiempo a meditar ese tipo de cosas?
Fue un partido que lo viví muy intensamente. Iba viendo que los minutos se iban acabando y en lo único en lo que pensaba es que tenía que estar centrada porque me iba a llegar alguna, y la que me llegara la teníamos que meter. Intentaba centrarme en eso. A veces llegábamos pero era un ‘casi’ y los minutos pasaban. Intentaba no frustrarme tanto, porque eso es algo que nos pasa a muchas, que te frustras, ves que son los últimos minutos y te desanimas un poco. En ese momento sólo quería que me llegara el balón.

Contra el Espanyol llevas cinco goles en Abegondo. ¿Tenías presente antes de jugar que la temporada pasada se te había dado bien?
Sí que me acuerdo que marqué un ‘hat trick’ la temporada pasada contra ellas. Sí que es algo que tengo presente, pero también esta temporada en el partido de ida hice un mal partido, entonces también tenía eso ahí, más que lo de los goles la verdad. Tener esa sensación de que tenía que dar una mejor versión de mí. Eso me motivó mucho también.

¿Eres muy exigente contigo misma en el fútbol?
Bastante, bastante. Creo que hay muchas cosas que dependen de uno mismo y pienso que es bueno, sí que me exijo bastante. Sé que marqué los dos goles, pero también tengo en mi cabeza esa oportunidad que dio en el palo (ante el Espanyol). Lo tengo ahí, sé que son cosas que tengo que mejorar. Hicimos una buena primera parte, pero bajamos un poco después. Me quedo con lo bueno, pero siempre saco cosas para mejorar.

Me quedo con lo bueno, pero siempre saco cosas para mejorar

¿La entrenadora hace el papel de ‘aquí no se relaja nadie’? 
Sí que es su papel y siempre nos lo dice. Nosotras también lo tenemos presente. Pienso que el día hay que disfrutarlo, pero la temporada es muy larga y las segundas vueltas son más complicadas. No por ganarle al Espanyol está todo hecho. ¿Es un paso importante? Sí, pero quedan muchos partidos por delante y hay que aprovechar el buen momento del equipo para seguir sumando y lograr puntos que nos acerquen al objetivo.

Hablábamos antes de la exigencia. Llevas 7 goles y 3 asistencias esta temporada. ¿Qué nota te das?
A ver, pienso que a nivel de fútbol esta temporada me veo mejor, estoy aprendiendo mucho y en el campo soy capaz de aplicarlo. Me veo mejor en muchos aspectos. Obviamente los números pienso que son bastante mejorables, pero mientras yo esté ayudando al equipo y dando lo mejor, los goles y los números son consecuencia del trabajo en equipo y estoy contenta de como estoy ayudando en el campo. Los números si pudiera elegir serían mejores (ríe) y más como delantera. Me gustaría tener más ahora mismo. Me daría un 6,5. ¿Está bien, no?

¿Cómo viviste la temporada pasada? Empezaste muy bien,  con muchos goles, luego fuiste suplente, después titular. ¿Un poco de altos y bajos?
Sí. Creo que empecé bien, llegué con muchas ganas; luego está toda la parte de adaptación, encontrarte en el campo con lo que te pide la entrenadora, como juega el equipo. Venía de una temporada muy mala, a nivel individual me faltaba coger confianza. Al final un equipo tiene muchas jugadoras y cuando una delantera no está en su momento y hay otra que sí, hay que aprovecharlo. Creo mucho en los momentos de las jugadoras y claro que fue un momento mío de bajón, en el que no estuve muy estable. Mentalmente me costó un poco, pero creo que luego fui capaz de salir del bucle, de volver y retomar. Los momentos difíciles son muy importantes, porque desde la perspectiva del banquillo aprendes mucho y hay que saber sumar para el equipo desde ahí. Es un reto para las jugadoras. Luego también aprovechar la oportunidad que siempre vuelve. Creo que la temporada pasada lo hice; tuve mi mal momento pero luego encontré mi espacio.

¿Cómo te tomas las victorias y las derrotas? ¿Hasta que punto piensas en fútbol en el día a día?
Pues yo no paro de pensar en fútbol (ríe). Soy muy intensa, las victorias y derrotas las vivo muchísimo. También es cierto que es importante encontrar un límite para mirar siempre hacia delante. Creo que es fundamental aprender de los partidos, de las derrotas y de las victorias, porque siempre hay cosas a mejorar aunque tu equipo gane. Y sobre todo vivir las victorias con la misma intensidad que las derrotas, porque al final son esos los momentos que te hacen tirar. Pienso mucho en el fútbol, en lo que aporto yo y lo que puedo mejorar. Siempre.

Hay que intentar vivir las victorias con la misma intensidad que las derrotas

Quedan cinco finales en casa. ¿Te gustaría que alguna fuera en Riazor para repetir la experiencia del día del Alavés?
A mí me hace mucha ilusión jugar en Riazor. Abegondo tiene mi corazón, ¡eh! (ríe). El Depor Abanca es Abegondo, yo lo siento así, pero también vivir esos momentos de un estadio, que venga más gente, eso también es parte del sueño. Es algo bonito, que me gusta mucho y me hace mucha ilusión.Sí que me gustaría jugar ahí algún partido más.

¿Este es el año del ascenso?
Te prometo que lo siento así en mi corazón, y viviendo día a día los partidos y como estamos conquistando como equipo creo que este es nuestro año.

¿Te gustaría hacer una carrera larga en el Depor?
Sí que me gustaría, la verdad. De todos los clubes que he estado, este es el que mejor me ha cuidado. Creo que aquí las condiciones que tenemos y todo lo que significa estar en el Depor es algo muy grande. Desde un principio me abrazaron todos, mis compañeras, el club, la afición, etc. Estoy muy contenta aquí.

De todos los clubes que he estado, este es el que mejor me ha cuidado

¿Crees que tu mejor momento está por llegar y que podéis crecer a la par el club y tú?
Pienso que sí. El club me da todo lo que necesito para seguir mejorando y creciendo como jugadora y como persona. El Depor para mí es un club de Primera y pienso que es donde tiene que estar. Al margen de mi carrera, como club hay que llegar ahí, y pienso que obviamente el crecimiento del club es mi crecimiento también como jugadora, porque ya estar en Primera da mucho, pero también a nivel futbolístico el nivel es un paso.

¿Soñaste alguna vez con hacer el gol del ascenso, o que lo meta cualquiera?
Sí lo meto yo mejor, obviamente, no te lo voy a negar (ríe). Pienso que a estas alturas lo más importante es que el Depor ascienda como sea. Estando yo y pudiendo aportar y ayudar es lo que importa y creo que estamos mejorando y además el margen de mejora es importante. Estamos todas enfocadas en eso, son pasos pequeñitos que todas tenemos que dar para seguir sumando y construyendo eso que puede ser muy grande.

Próximo rival, el AEM. ¿Qué partido esperas?
Pienso que va a ser un reto guay. No va a ser fácil, como todos es bastante serio. Es un buen equipo, jugar fuera es un factor que influye, pero pienso que estamos en un momento bueno y que eso es muy importante. Creo que el equipo está fuerte y serio, y sabemos que esa victoria también es importante y otro pasito necesario.

¿Qué tal la conexión en el campo con ADT? Se vio por ejemplo en Riazor.
Nos compenetramos muy bien. Pienso que somos jugadoras diferentes, lo que tiene ADT no lo tengo yo, nos complementamos mucho, nos entendemos bien. Lo más importante es el compañerismo, que no tenemos la mentalidad de ‘los goles los tengo que hacer yo’, las dos sabemos que necesitamos de ambas porque yo no voy a estar toda la temporada en mi mejor momento y ella tampoco. Que podamos meter las dos es mucho mejor.

¿Qué tenéis distinto?
Diría que ADT es una jugadora más de espacio. Yo me caracterizo más por venir al pie y esa relación es muy importante. Obviamente ADT puede venir al pie y yo al espacio, pero hacer lo que te caracteriza más nos viene mejor. Por otra parte, ella se adapta bien a la posición de extremo y yo a la de mediapunta. 

Sueño, referente y Carnaval

La delantera no renuncia a su gran sueño en el fútbol, habla de su ídolo y confirma que el carnaval de A Coruña y el de Brasil sólo tienen similitud en el nombre.

¿Sueñas con debutar con la Selección Brasileña?
Uf, claro que sueño con eso. Es algo grande. Pienso que es muy difícil, un objetivo que veo difícil, esa es la verdad. Pero no sé, creo que donde tengo que centrarme ahora mismo es en mejorar como jugadora y que eso se vea en mi carrera. Dar siempre esos pasos e intentar crecer y mejorar. Pienso que son esos pasitos los que me llevarán a más y que ojalá sean suficientes para llegar ahí.

¿Quiénes han sido tus referentes?
Marta obviamente, porque para nosotras en Brasil y para el fútbol mundial es una referencia, pero mi ídolo de toda la vida es Ronaldinho Gaucho. Ese... ¡madre mía! no he visto igual, te lo prometo. El fútbol está cambiando mucho y Ronaldinho transmitía alegría cuando jugaba. Lo que hacía, su manera de vivir, para hoy no sería suficiente, no le duró mucho. Pero la alegría con la que jugaba y todo lo que transmitía jugando es muy difícil de encontrar hoy en día. La soltura, la libertad, es que Ronaldinho para mí..., un espectáculo, las cosas que hacía con el balón ya no las ves.

Lo que hacía Ronaldinho ya no lo ves hoy en día

En breve llega el Carnaval, pero está claro que nada tiene que ver el de aquí con el de Brasil, ¿no?
No, nada que ver (ríe). Cada cultura es diferente, pero como el carnaval de Brasil yo pienso que no hay ninguno. Es una fecha bastante importante en Brasil, es muy grande, hay mucha fiesta, una locura la verdad. Ya hace mucho que no lo vivo. Desde aquí acompaño, pero por la tele.

El camino hasta el Depor

Sus inicios en Brasil, cuatro años en Estados Unidos, unos meses en tierras niponas...

¿Cómo era la situación del fútbol femenino en tu país cuando eras pequeña? Quizá uno de esos sitios en los que ya había semilla.
Sí que en Brasil el fútbol femenino ya era algo importante, pero estaba apenas empezando. Me acuerdo que empecé a jugar con los chicos, que eso dice poco del fútbol femenino. Cuando estaba ahí no veía tanta oportunidad, pienso que los equipos no estaban invirtiendo en eso todavía. Muchas chicas han tenido que elegir si jugar o trabajar/estudiar. Yo me fui a Estados Unidos con una beca que podía hacer las dos cosas, y en Brasil no era una opción cuando estaba. Ahora mismo pienso que los clubes están mucho mejor y es algo más serio, muchas jugadoras que estaban en Europa volvieron.

Imagino que viviste un montón de emociones distintas en ese momento en el que te marchas a EE. UU.
Uf, de todo. Tenía 17 años y ni siquiera conocía a nadie que hubiera vivido algo así. No había salido de casa nunca, así que menos salir del país. Tampoco hablaba el idioma, no hablaba inglés. Fue un poco aventura, ‘a ver como lo hago’, y al estar acostumbrada a estar en casa el vínculo con la familia es la parte más dura y más difícil de irte. Cambia todo de estar acompañado, de tener a tu madre, abuela, hermanos...

Pero para aventura, Japón, ¿no? ¿Qué te llevaste de una cultura tan distinta?
De bueno obviamente otra experiencia más. Creo que he aprendido que la comunicación es lo más importante en la vida, del fútbol y de todo (ríe), porque al final no poder comunicarte te limita muchísimo. Pienso que son personas y es una cultura con mucha disciplina y eso es lo que más me encantó, a nivel social pero también futbolístico. Luego ya las estructuras de Japón y todo lo que es el país... eso es una locura, es otro mundo.

En Japón aprendí que la comunicación lo es todo en la vida

¿En qué sentido?
Pues la tecnología, y pienso que en muchos aspectos son muy avanzados, el como cuidan de su cultura y de su gente. Son personas que viven para el trabajo y en ese aspecto noté mucha diferencia. Me costó llegar a ese nivel físico, táctico, técnico. De eso aprendí muchísimo. También de vivir el banquillo, que fue lo más duro para mí. Venía de jugar y claro, tu primer contrato profesional y vivir esa perspectiva de ser suplente, de ser esa jugadora que aporta de otras maneras. Vivir eso por primera vez es bastante duro, y más sin poderte comunicar bien. Yo tenía una traductora, pero pienso que de un 100% me enteraba de un 60% como mucho. A lo mejor estás en el campo, entrenando en el día a día y están intentando solucionar algo, y ahí no me enteraba de las cosas. La traductora no estaba en esos momentos (ríe).