Si algo se puede decir del Deportivo en su participación en la Copa del Rey Juvenil es que ha sido totalmente fiel a su idea desde el primer partido hasta el último segundo de la semifinal contra el Almería.
Fiel en cuanto a la estructura porque el Deportivo ha empezado y ha acabado todos los partidos con el mismo sistema: el intransferible (para Manuel Pablo) 1-4-3-3.
Fiel en cuanto a la propuesta de juego, tratando de llevar la iniciativa con el balón –a veces con más acierto y a veces con menos– independientemente del resultado, fuese cual fuese el momento del partido.
Fiel en cuanto a los cambios. Manuel Pablo retiró del campo a Martín Ochoa, pichichi de Tercera Federación, en la eliminatoria de octavos contra el Atlético (sin tenerla ganada) para dar entrada a Kevin, el máximo goleador del Juvenil A, y lo repitió contra el Villarreal en cuartos. Frente al Almería, en la semifinal, volvió a seguir el mismo procedimiento. Martín titular, Kevin suplente y sustitución en el 70.
Fiel en cuanto al espíritu competitivo hasta el último suspiro. Con 1-1 al descanso y en una segunda parte poco vistosa, el Deportivo no dio el brazo a torcer en ningún momento, ni siquiera cuando después de que el árbitro añadiese cuatro minutos encajase el que sería definitivo 1-2 en el 93. En el 95, Garaboa tuvo la opción de empatar, pero al Depor se le agotó la épica en las eliminatorias ante Atlético (0-2 en contra al descanso) y Villarreal (el ‘submarino amarillo’ se adelantó dos veces).
En el Reino de León, Rubén López volvió a ser el motor del equipo. El mediocentro de Silleda volvió a ser uno de los mejores del campo. Al final va a ser ‘6’... (por si no lo captan esos que decían que jugaba demasiado revolucionado y que guardaba poco la posición).
Contra el Almería destacó el papel realizado por Martín Ochoa. Además de marcar el 1-0, hizo un trabajo brutal en el juego de espalda. Desquició a los centrales tanto con apoyos como con rupturas. Se le echó en falta en el tramo final.
Mardones, que destacó en los primeros minutos por ser el jugador con más movilidad y mordiente del campo, demostró que tiene capacidad para adaptarse a diferentes contextos en un mismo encuentro. Ante el Almería jugó 80 minutos de extremo y, a partir de ahí, lo hizo en el lateral derecho que dejó Carlos. l