La historia de Iker Garikoitz Lizartza (Santa Cruz de Tenerife, 1997) comenzó en las Islas Canarias, de donde es oriunda su madre, pero las raíces de su padre le vinculan al País Vasco, donde jugó un año en las categorías inferiores del Alavés y varios en Tercera Federación. Médico de carrera, ha encontrado en A Coruña un lugar para desarrollar su profesión y en el Ciudad Jardín un club para disfrutar de su pasión.
¿Cómo fueron esos años sin jugar y esa vuelta al fútbol en A Coruña?
Mientras hice Medicina jugaba en Tercera División, pero cuando hice el mir tuve que dejar el fútbol, no lo podía compaginar. Tras ello, quería traumatología sí o sí y me tocó venir A Coruña. El primer año me estaba adaptando, no conocía a nadie del fútbol gallego y no jugué, pero después tenía muchas ganas. Un par de amigos que estaban en el Ciudad Jardín me insistieron, regresé y me enganché de nuevo.
¿Está contento aquí?
La verdad es que sí. El único problema que tiene es que está muy lejos de todo, muy mal conectado, pero por todo lo demás muy contento, tanto en el ‘curro’ como con la gente del equipo y los amigos.
¿Se le da mejor la medicina o el fútbol?
Uf, no soy ningún genio en ninguna de las dos (ríe). Espero que la medicina.
¿En qué equipos jugó en su etapa formativa?
Estuve siempre en un equipo de Tenerife que se llama CD Sobradillo. Mi último año de juvenil fiché por el Deportivo Alavés y estuve un año. Coincidió que subieron a Primera y prescindieron de todos, pero la verdad es que tampoco había sido un gran año para mí, el primero fuera de casa... Ya sabía que no iba a seguir. De esa forma fui a la SD Deusto, de Tercera División, y ahí sí que me fue muy bien, muy contento.
¿Qué tipo de jugador es?
Técnicamente soy normalito, la verdad. Pero físicamente siempre he sido de los que destaca, fuerte y con buena colocación en el campo. Mi perfil es más bien destructor. Me dedicó más a mantener ordenado al equipo que a crear juego.
¿Y en qué posición actúa? Ha marcado muchos goles estas dos temporadas.
En el Ciudad Jardín he sido un poco comodín. Empecé de lateral derecho, pero he jugado de extremo, de delantero la última parte de la temporada pasada, extremo izquierdo... y luego ya mediocentro defensivo, que es mi posición natural.
Ha podido vivir el fútbol canario, vasco y gallego. ¿Qué diferencias ve?
El canario es el más alegre, donde están los mejores jugadores técnicamente que he visto. Hay gente que me sorprendió mucho. Luego el fútbol vasco para mi perfil de juego me venía genial, porque es duro, los equipos tácticamente son muy buenos y los partidos son cerrados. Dependen mucho del balón parado y, aunque no soy muy alto, es una faceta que se me da bien. El gallego me recuerda más al vasco.
Desde su vuelta, ¿le ha contactado algún club de por aquí de categoría superior?
Sí, pero es algo que ahora mismo no podría compaginar con el trabajo. Además, estoy en buena forma para lo que exige Tercera Futgal, pero no para las categorías en las que jugaba antes. Aquí estoy muy a gusto, tenemos un vestuario muy bueno y un entrenador que es un crack. Una pena que no estemos un poco más arriba.
¿Qué jugador de su Liga no puede faltar en esta sección?
Hugo García ‘Sugus’, el número 10 del Maravillas. Me pareció que tenía mucha calidad. Jugué de mediocentro y acabé cansado de perseguirlo.