Cristian Sixto (Santiago de Compostela, 2003) no nació en Ordes, pero siempre ha vivido y -casi- siempre ha jugado ahí, por lo que vivió un momento especial esta jornada al marcar frente al Paiosaco su primer gol en Preferente. Un tanto simbólico, ya que en las últimas temporadas pasó por todas las categorías regionales con el primer equipo y el filial y sigue siendo protagonista pese a los saltos de nivel que esto implica.
Como valoración del partido, explica: “Creo que lo hicimos bien, salimos concentrados y pudimos materializar las ocasiones que tuvimos”. Y en cuanto a su gol: “Viene de un córner a favor nuestra que despejan ellos. Me anticipé al delantero y pude orientar el balón hacia mi pierna buena y hacer un tiro potente abajo”.
El Órdenes está rayando a gran nivel en casa, con siete goles a favor en los últimos dos partidos. “Creo somos un equipo que sabe jugar muy bien a lo nuestro y cuando salimos concentrados y con ganas damos un nivel competitivo muy alto. A los rivales les cuesta adaptarse al ritmo alto que ofrecemos como locales”, dice Cristian.
Como visitantes todavía no han ganado, pero tienen detectado el problema: “Tuvimos pequeños errores que se transformaron en goles en contra y en esta liga eso no se perdona. La clave está en minimizarlos”.
El lateral no le quiere poner techo a su equipo. “El objetivo es mantener la categoría y poder llegar lo mas alto posible. Jugar la promoción a Tercera Federación es muy complicado y ambicioso, pero si seguimos en esta línea creo que podemos hacerlo realidad”, asegura.
Para él sería un nuevo cambio de división, algo que ha hecho constantemente en las dos últimas temporadas, donde tras dar el salto desde el juvenil alternó el primer equipo y el filial. Sobre la diferencia de nivel entre ellas, explica: “Conforme subes de categoría el ritmo es mayor, pero cuando más se nota es una vez llegas a Preferente. Ahí tanto el ritmo como el fútbol están a otro nivel comparado con las regionales”.
Paso por el filial que también le ayudó a coger ritmo tras una operación de rodilla. “En lo que más he mejorado es en la confianza, ya que volví muy bajo y con poco ritmo”, señala Cristian, que lleva actuando como lateral izquierdo desde benjamín, pero que también ha jugado alguna vez como extremo por esa misma banda.
Un momento, el de sus inicios, que tuvo lugar en el propio Órdenes como prebenjamín, el club en el que ha jugado siempre salvo dos años en su etapa de formación (Xuventude Oroso y San Tirso). “Yo nací en Santiago de Compostela y siempre viví en Ordes. Mi padre es gallego y mi madre colombiana”, explica sobre sus orígenes.