Tras quedarse cerca el curso pasado, el Liceo de Monelos está ante su gran oportunidad de ascender. Uno de sus jugadores más destacados es Brais Morales (A Coruña, 2000), que el pasado fin de semana alcanzó los veinte goles en la temporada y pelea también por el pichichi de la Liga.
¿Le veremos la próxima temporada en Segunda Futgal?
Sí, yo confío que sí. Tenemos equipo para ello y es el objetivo. Ya lo era la temporada pasada, pero teníamos una plantilla corta y eso nos acabó penalizando en el tramo final.
¿Será con el Liceo de Monelos o quizá con otro equipo por su buen rendimiento?
En principio quiero seguir. Estos dos últimos años ya he tenido ofertas de Segunda o Primera, pero me he quedado porque llevamos tiempo juntos, somos amigos más que compañeros. Y además, en Primera quizá no tenga el rol que a mí me gusta.
Llevan 56 de 60 puntos posibles. ¿Son tan superiores como dice la tabla?
En el fútbol cuentan mucho las sensaciones. Hubo partidos en los que bajamos el listón y nos llegaron a dominar, pero tenemos jugadores que son diferenciales en esta categoría.
¿Qué tipo de juego practican?
La idea es ser un equipo combinativo, pero cuando conseguimos llevar el balón a banda, somos muy verticales.
¿Cómo se cambia el chip entre los partidos fáciles y los difíciles, al ser una categoría algo desigual?
Al final, son tres puntos que valen lo mismo. Es cierto que contra los equipos de la zona alta sales mucho más motivado, pero hay que estar concentrado en todos. Por ejemplo, el Suevos —segundo clasificado— pinchó hace poco con un equipo de la zona media.
¿Por qué lideran con cuatro puntos de ventaja?
Principalmente, por la plantilla. La del Suevos es más corta. Nosotros tenemos 25 fichas y el entrenador va rotando partido a partido. Hay una base en la que confía algo más, pero todos son buenos jugadores y el equipo no se resiente por muchos cambios que haga.
¿Qué importancia le da a terminar como pichichi?
Siempre gusta terminar como máximo goleador. Puede ser un objetivo personal, pero lo más importante es conseguir el ascenso. Sí acabo logrando las dos cosas, pues mejor que mejor, claro.
Solo tiene por delante, con un gol más, a Aarón Álvarez. ¿Cree que lo conseguirá?
Sí, yo creo que lo puedo lograr. Siempre y cuando no tenga problemas de lesiones y el entrenador siga confiando en mí, ¿por qué no?
¿Cambia mucho la sensación entre marcarle a un equipo de la zona baja o a uno de arriba?
Sí, sí, obviamente no sientes la misma ante el Ciudad Jardín —logró ante ellos un doblete el pasado fin de semana— que contra uno de los últimos. Hay goles en los que sabes que estás marcando la diferencia y por ese motivo la alegría es muy superior.
De todos los campos en los que ha jugado, ¿cuál es el que más le gusta?
Me parece muy bueno el del Pastoriza. Es nuevo, grande y cuenta con unas instalaciones muy cuidadas.
¿Qué jugador de su Liga no puede faltar en esta sección?
Destacaría a Miguel Calo, de mi equipo, pese a que sus cifras no sean muy llamativas. Roba y defiende como pocos y tengo claro que sería un fijo en cualquier club de la Liga.