España acudió en atletismo a los Juegos Olímpicos de París con más mujeres, 31, que hombres, 26, por primera vez en su historia, justo sesenta años después del debut de la selección femenina, de la que formaron parte las coruñesas Nela Souto y Natacha Astray, dos de las pioneras del tartán, en especial en velocidad y vallas. Hace seis décadas, de hecho, Souto poseía los récords de España de 100, 200, 400 y 4x100 metros (compartido con Astray). Algunos de ellos los batió aquel histórico 12 de septiembre de 1964 en el que todo empezó para ellas.
De Lisboa a París. La distancia geográfica no es muy grande. Pero un abismo mayor separa los sesenta años del estreno de las mujeres con la selección española en el estadio Alvalade de la capital portuguesa de la actuación de las atletas nacionales en el Stade de France este verano. En cantidad. En calidad. En condiciones. Y mucho se lo deben a aquellas primeras que se atrevieron a romper barreras y estereotipos para correr, lanzar y saltar.
Galicia y A Coruña pusieron su acento en los albores de este cambio. Es cierto que las mujeres practicaban deporte y atletismo desde mucho antes. La primera reunión atlética con presencia femenina data de 1929. Pero con la llegada de la dictadura franquista su participación quedó completamente vetada. Hubo que esperar hasta 1963, más de un cuarto de siglo, para que se celebrara el primer Campeonato de España que las volvía a incluir. La selección coruñesa, con Astray, Souto, Lista y Álvarez, se clasificó en tercera posición.
Un año más tarde, se contó con ellas para el tradicional encuentro entre las selecciones de España y Portugal. Era el decimotercero en hombres. El primero femenino. Los días previos se realizaron unas pruebas en Madrid para formar el equipo. La viguesa Luisa María García Pena dejó su impronta con los récords de España de peso y disco y la victoria en jabalina. Natacha Astray venció en los 80 metros vallas. Las dos y Souto se ganaron su puesto en el equipo. Las tres, mujeres multidisciplinares. No era la primera internacionalidad para ellas. García y Astray lo habían sido en balonmano. Souto, en hockey hierba.
Y se fueron a Lisboa. La selección española perdió claramente ante la portuguesa, 64 puntos de las locales por los 39 de las españolas, que solo pudieron ganar una de las diez pruebas que se disputaron. Lo hizo precisamente García Pena en jabalina, siendo segunda en peso y disco. Nela Souto también pugnó por las victorias en 100 y 200. Igualó en tiempo en la recta a Lidia Faria, ambas con 12.7 segundos, lo que le valía a la coruñesa el récord de España. En el doble hectómetro claudicó frente a Francelina Anacleto, con unos 26.6 segundos que también supusieron una nueva plusmarca nacional. Natacha Astray, tras una salida falsa, fue tercera en los 80 vallas con 13.5 segundos superada por las locales Lidia Faria y Manuela Simoes.
1964 fue un gran años para las dos pioneras coruñesas. Souto terminó con los récords de 100, 200, 400 (distancia en la que se consideró que iba a ser la primera mujer en bajar del minuto) y 4x100, compartido con Astray porque era de la selección coruñesa. Astray, por su parte, igualó el de 80 vallas (que en el 1965 se quedaría en solitario) y vivió una aventura rocambolesca al ser invitada a Cuba para participar en una reunión atlética para conmemorar el sexto aniversario de la revolución en la que incluso conoció en persona al mismísimo Comandante Fidel Castro. Sesenta años han pasado. Astray falleció en Madrid en 2019 a los 75 años y Souto, en A Coruña en noviembre del año pasado con 80. Dejando, ambas, una huella imborrable.