Los Marines ENKI y su incesante lucha por la normalidad
lll
17º-23º

Los Marines ENKI y su incesante lucha por la normalidad

Los Marines ENKI y su incesante lucha por la normalidad
Héctor y dos voluntarios de los Marines ENKI empujan el vehículo adaptado de Inés en una carrera

Usuario

“ENKI nos proporciona los vehículos y la ficha federativa, nosotros ponemos los recursos humanos”. Habla Rocío Alfonso, la madre de Inés, una niña de 17 años con diversidad funcional que no se pierde una carrera. Su sonrisa encima de un vehículo adaptado cargado por los Marines es ya una imagen muy familiar en el circuito Coruña Corre y en otras muchas citas, sobre el asfalto o por el monte. Este sábado no faltará a la Carrera ENKI.

 

El colectivo nació en enero de 2020 con la ayuda de la fundación para participar en la Coruña21 con Mario e Inés –de la unión de sus nombres salen los Marines–, “los dos primeros niños que empujamos en aquella carrera”, recuerda Rocío, aunque su lucha es anterior.

 

“Nos descalificaban de las carreras. Y lo siguen haciendo. El año pasado, por ejemplo, en la Pedrestre de Santiago me persiguieron con una moto de la organización hasta que me echaron. No entiendo por qué se meten en esto. Es una manera de visibilizar y normalizar a las personas con discapacidad. Nos gusta ser uno más”,  lamenta la madre.

 

“Llegamos a ENKI en diciembre de 2019 por necesidad. Quería probar un vehículo para mi hija, pero el más barato es de 1.000 euros y la media está entre 3.000 y 4.000 euros. No quería hacer la inversión sin saber si le iba a gustar. ENKI aporta la parte logística. Nosotros empezamos con diez voluntarios y ya somos 30. En algunas carreras ya llevamos cinco carros. Pasamos de ser unos apestados a estar muy demandados”, añade Rocío.

 

Marines Enki (3)
Los Marines ENKI | Cedida

 

En la familia Alfonso hay otro miembro destacado, Héctor, hermano de Inés, que empuja el vehículo adaptado más rápido que algunos participantes que van solos. “Tiene 19 años y va muy rápido. En la última Coruña10 hizo los diez kilómetros en 40 minutos, a cuatro el kilómetro. Corremos muy rápido y no molestamos, pero hay velocidades para todos y en muchas otras carreras vamos todos juntos”, explica.

 

Los Marines ENKI se han especializado también en los  trails, la otra pasión de Inés: “Le gusta mucho más el monte que el asfalto, pero son carreras más largas y se complica la logística: tenemos que cambiarle el pañal durante el recorrido y darle de comer”.

 

Visibilizar, normalizar y disfrutar, de eso trata: “Es muy bonito ver el brillo en los ojos de esos chavales que tienen alguna discapacidad y no pueden hacer por sí mismos las carreras”, celebra Rocío, una de las impulsoras de los Marines, que los lunes y miércoles se preparan para las carreras en el Paseo Marítimo. 

Los Marines ENKI y su incesante lucha por la normalidad

Te puede interesar