A la tercera fue la vencida. Tras la derrota en la pista del Oliveirense y el empate en Riazor contra el Benfica, el Liceo estrenó al fin su casillero de victorias en la Liga de Campeones. El triunfo llegó en Calafell, sede de la próxima Copa del Rey –buen presagio para la semana que viene– y ante un rival directo en la carrera por jugar la Final a ocho.

No fue un partido cómodo en el ruidoso Joan Ortoll contra un Calafell que atraviesa el mejor momento de su historia. El año pasado levantó su primer título europeo, jugó la Copa y se clasificó sexto para los ‘playoffs’ de la OK Liga.

Esta temporada ya ganó en Riazor (1-2) y es tercero en la competición doméstica con una plantilla en la que destacan el portero Gerard Camps, el exliceísta Sergi Miras y el goleador Martí Casas, segundo máximo realizador con 31 dianas.

Martí vs. Martí
 

Sin embargo, el protagonista de la noche fue el otro Martí, Serra. El portero verdiblanco ganó claramente el duelo con su tocayo, realizó más de 30 de paradas, de todos los colores, y frustró el intento de remontada de los locales.

Cuando la situación parecía controlada –el Liceo ganaba 1-4 a siete minutos del final–, los locales apretaron el marcador con dos penaltis transformados por el veterano Miras (3-4). Subieron la temperatura sobre la pista y los decibelios en la grada, pero la sangre no llegó al río y los tres puntos volvaron de vuelta para Coruña.

Ni dos minutos tardó en calentarse el partido con la doble tarjeta para Miras y Pol Manrubia por un enganchón. En el tres contra tres, Bruno Di Benedetto firmó el primer tanto liceísta al desviar con su stick un tiro de Àlex Rodríguez desde su propia pista.

Después de seis buenas intervenciones de Serra, tres ante Casas y otras tres consecutivas en la misma jugada, y un remate al palo de Manrubia, el Calafell empató con un gol idéntico al 0-1: Joan Escala hizo de Àlex y Jordi Ferrer, de Bruno. La alegría local duró poco, lo que tardó Àlex en encontrar a Dava Torres en el segundo palo. 1-2 al descanso.

Frío-calor

El Liceo enfrió el partido gracias al muro que levantó Serra en su portería y a los tantos de Arnau Canal, con un potente chut de pala a la escuadra derecha de Camps, y Sito Ricart, que hizo la del palomero y definió por bajo ante el portero local (1-4).

Las decisiones de los árbitros, que señalaron la décima falta visitante por una caída de Ricart en el área visitante, y dos  penaltis, uno a Serra por retener la bola en la directa de Casas –le amargó la noche– y otro a Dava vaya usted a saber porqué, y el acierto de Miras desde el punto fatídico calentaron de nuevo el ambiente.

No le tembló el pulso al Liceo, que amarró el triunfo, suma 4 puntos y empata con el Oliveirense, que perdió en casa contra el Benfica (2-5). En dos semanae, el equipo coruñés recibe al Calafell en la jornada 4, pero esa será otra historia. Ahora ya está modo Clásico. El domingo le espera el Barça (12.00 horas, Palau Blaugrana).