Diez jornadas sin ganar son demasiadas. El Dominicos cerró al fin la herida con su primera victoria. Sumó el sábado pasado tres puntos imprescindibles ante un rival directo, el Sant Feliu (6-3). El equipo coruñés termina la primera vuelta de la OK Plata Norte en puestos de descenso: solo cuatro puntos en once partidos. “Muchas noches si dormir”, se sincera el entrenador Manuel Togores.
Solo un empate, en su visita a Tordera en la jornada 6, y nueve derrotas contemplan la trayectoria del Domi.
Con una plantilla diseñada para algo más o, al menos, para no pasar apuros, la directiva, el cuerpo técnico y la plantilla todavía no han encontrado una explicación para una prestación tan pobre.
“El año pasado sí teníamos una justificación [lesiones de jugadores importantes, un fichaje estrella que no llegó a debutar, enfermedades...], pero esta temporada es una cuesión de rendimiento. Lo inesperado de la situación no ayuda. Es casi peor no tener algo a lo que agarrarnos”, lamenta Togores, que se quita el sombrero ante la actitud y el comportamiento de sus jugadores.
“Le doy mucho valor a lo que están haciendo, siguen aguantando y currando cada entrenamiento. Yo viví algo parecido como jugador y hay un momento en el que dejas de creer en todo, es inevitable. Y esto aquí no ha pasado. No pierden la fe en el trabajo que estamos haciendo, no tiran la toalla. Y si no lo han hecho hasta ahora no lo van a hacer en la vida. Vamos a luchar con todo en la segunda vuelta”, avisa el entrenador coruñés.
El Dominicos se apoya en el carácter y el espíritu competitivo de la plantilla. También en el sentimiento de seis jugadores que pasaron por todos los equipos de las categorías inferiores. Ese nexo con la cantera refuerza la identidad del club y engancha a los fichajes, que no son ajenos a la idiosincrasia del Dominicos y la adoptan como propia. Es el caso del coruñés Tomás Villares y el asturiano Carlinos, los últimos en llegar, o el también herculino Adrián Candamio, que el pasado curso no jugó ni un minuto.
Formado en el Liceo y que llegó a debutar con el primer equipo en la OK Liga, Candamio es el máximo goleador del Domi este curso (10 tantos). Solo cinco jugadores más han visto portería: Marcos Vaamonde (7), el citado Tomás (4), Gonzalo (2), Íñigo y Miguel (uno cada uno).
El escaso volumen anotador (solo 25 dianas en once partidos) es una de las causas de los malos resultados: “Necesitamos ser mucho mejores en las áreas. Somos poco eficaces a nivel ofensivo. Hay muchos partidos en los que hemos sido mejores que el de enfrente, sin hacer nada espectacular, pero con poco nos hacen mucho y a nosotros nos cuesta mucho hacer goles y adelantarnos en el marcador”, analiza Togores, que ha ido realizando ciertas modificaciones en el juego para intentar dar con la tecla adecuada.
“Cambiamos cosas en función, no solo de lo que percibamos en los partidos, sino porque los resultados no van. Aunque juegues bien hay que modificar cosas para ser más eficaz y efectivo”, reconoce el míster, que espera sacarse un peso de encima tras la victoria contra el Sant Feliu. “Era un partido a vida o muerte. Y más a estas alturas”, suspira.
El sábado aguarda otra final, de nuevo en casa ante el Sant Cugat, dos puestos por encima, pero con siete puntos de ventaja. “Es un equipo con mucha calidad, pero que tampoco contaba con estar tan abajo. El año pasado acabó tercero y sus aspiraciones eran altas. A ver si por ahí, a nivel psicológico, no están muy enchufados”, desea Togores.