La historia de Thomas Bropleh, escolta del Força Lleida, es la de un jugador que ha tenido que recorrer un largo camino hasta posicionarse en la verdadera élite.
Nacido en Denver hace 33 años, dos décadas después inició la búsqueda de un futuro profesional que no le ofreció la NBA: no fue elegido en el draft de 2014. Rara vez una franquicia de la mejor liga de baloncesto del planeta se fija en un chico de una universidad modestísima que promedia unos modestos 8.0 puntos, 2.8 rebotes y 1.3 asistencias en su año senior.
Bropleh salió de Boise State rumbo a Alemania, para jugar en el Paderborn en la Pro A, la segunda categoría. La siguiente temporada, la 2015-16, el máximo anotador del Lleida en el presente curso curso, con 13,2 puntos de media, hizo un último intento de llamar la atención de la NBA. Desde el equipo vinculado a los Mavericks, los Texas Legends. En vano.
Del estado de la estrella solitaria se movió a Portugal, donde tras solamente ocho partidos a gran nivel con el Oporto fue reclutado por el Breogán –entonces en LEB Oro– con el que promedió 11,0 puntos, también en ocho encuentros.
Bropleh proseguiría su camino en segundas categorías. La francesa, con el Denain, y de nuevo la española, con el Real Betis, el Palma y el Granada. En la segunda temporada en el club nazarí logró el ascenso a la ACB, donde promedió 12,1 puntos en la 2022-23. Números que, sin embargo, no le sirvieron ni para renovar ni para lograr un contrato en un conjunto de mayor nivel. Y se fue a la segunda categoría japonesa, donde el curso pasado promedió 17,0 puntos con el Shizuoka.
El Lleida, que le había sufrido en Oro, confió en él para el debut en la ACB. Y Bropleh, que también tiene la nacionalidad liberiana, está correspondiendo. No solo con la cantidad de puntos, también con la calidad de los mismos. En la mejor racha del equipo, tres victorias seguidas entre las jornadas 4 y 6, promedió 10,7 en los últimos periodos, con un tremendo 62,9% de acierto.
Excelente lanzador de tres –está en el 41,1% de acierto, el vigésimo quinto mejor de la competición–, tanto en catch & shoot como tras bote, apenas necesita espacio y tiempo para armar un brazo derecho que los pupilos de Diego Epifanio deberán vigilar muy de cerca en el duelo de este sábado (18.00 horas) en el Coliseum.