El Deportivo Liceo no remonta. A las dos derrotas seguidas en el Palau Blaugrana sumó un nuevo traspié, esta vez en casa, el primero de la temporada en el Palacio de los Deportes de Riazor. El Reus sacó petróleo de su visita a Coruña en un partido con un indiscutible protagonista: Càndid Ballart, una pared contra la que los verdes se toparon una y otra vez.

El Liceo está seco. No tiene gol. Ha marcado sólo tres en los últimos tres partidos. La baja del capitán Dava Torres, clave en la generación de juego y también en la definición, acentuó aún más la falta de acierto contra el Reus que, por contra, necesitó muy poco para encontrar portería.

El 0-2 al descanso no refleja lo que se vio sobre el parqué de Riazor. Mandó el Liceo, que llegó con peligro a los dominios de Ballart una docena de veces, pero al menos en diez respondió el portero internacional con la selección española. Las otras dos fueron a los palos.

Pólvora mojada

Lo intentaron casi todos: Sito Ricart, Pablo Cancela, César Carballeira, Tomás Pereira... Siempre se encontraron con un inmenso Ballart, que aguantó a su equipo en los momentos más críticos: un penalti de César en el minuto 3, un gancho de Sito y otros dos remates de Carballeira, mano a mano, antes del descanso.

Los postes también se aliaron con el Reus en una falta directa de Cancela en el 13 –la provocó en su primera acción como liceísta Guido Pellizzari, nuevo fichaje, que dejó buenas sensaciones en su debut– y un remate a bocajarro de Pereira. El equipo de Jordi García, en cambio, no perdonó las más claras.

El exliceísta Maxi Oruste, completamente solo ante Martí Serra –de nuevo titular en detrimento de Tiago Rodrigues– tras un regalo de Fabri Ciocale en media pista, hizo el 0-1 con un buen gancho. En un afortunado rebote, Joan Salvat se encontró la bola, lanzó un rápido dos contra uno y asistió a Martí Casas, que embocó el 0-2 a placer. Tamaño castigo para el Liceo.

Más de lo mismo

En el segundo tiempo no cambió el color del partido: verde, como la equipación del Liceo, el pantalón y la camiseta. Tampoco ajustó el punto de mira el equipo coruñés, aún más desviado, con varios remates lejos de la portería hasta que apareció César.

El '5' recibió de espaldas, se dio media vuelta y se pasó la bola entre las piernas para burlar la presión de un rival y luego definir con un maravilloso escorzo ante Ballart. Rugió 'O neno do cole', apretando el marcador y despertando a la afición de su letargo en un gélido Palacio de los Deportes.

No había pasado ni un minuto desde el 2-1 cuando Sito provocó un penalti. La pena máxima fue para Tomás, que remató directamente fuera. El fallo aplacó los ánimos de remontada. Más aún la tarjeta azul para Carballeira. Ejecutó Oruste, pero Martí no titubeó.

A tumba abierta

Volvió a la carga el Liceo, lo rozaron Cancela y Pereira, la última ya con cinco jugadores de pista y a tumba abierta. Y lo podrían seguir intentando otros 50 minutos, que la pelotita no quería entrar. Fue uno de esos días, en el peor momento, cuando más lo necesitaba el Liceo.

La primera derrota de la temporada en Riazor pone en espera la clasificación para la Copa del Rey. Sexto en la tabla de la OK Liga con 15 puntos, el Liceo depende de sí mismo, pero el miércoles visita al Voltregà (séptimo con 14) y el domingo recibe al Alcoi (noveno con 13). Prohibido fallar.