El Attica21 Hotels OAR Coruña dejó atrás la derrota contra el Reconquista de Vigo, superando con contundencia al Balonmán Cañiza (27-36).

Sabedor de que tenía que ofrecer su mejor versión tanto en ataque como en defensa para ganar, el equipo herculino saltó al municipal de A Cañiza con esta consigna.

Sin embargo, se topó con un conjunto local correoso y que, en los primeros compases llevaba la voz cantante en el marcador, pero, tras un buena acción defensiva, Pablo Fernández conseguía poner a su equipo por delante.

A partir de ahí, el OAR fue creciendo en el juego y sitiéndose muy cómodo en ataque, destilando multitud de recursos como los lanzamientos exteriores de Diego Martínez o las penetraciones de Juanka Ortiz y el propio Pablo. Además, también estaban muy activos Pablo Martínez y Roberto Munteanu desde las bandas, aunque no estaban finos de cara a puerta.

Aún así no lo notaban, puesto que Iago Gómez se mostraba también firme en la portería y hacía que el parcial goleador se disparase hasta los seis de diferencia (12-18).

Fruto de este vendaval ofensivo, el técnico del Balonmán Cañiza, Ismael Lago, se vio obligado a parar el encuentro y abroncar a los suyos por las pérdidas que estaban cometiendo.

A la vuelta, la charla del entrenador surtió el efecto deseado y volvió el Cañiza de los primeros minutos. Presionando fuerte arriba y mostrando buena puntería. Sin embargo,  el OAR Coruña seguía estando muy fino en las dos áreas y conservaría una renta de cinco tantos tras el término de los primeros treinta minutos del partido (14-19).

Una marcha más

Tras la reanudación, el partido no cambió de dinámica, sino que se acrecentó mucho más la inercia positiva del OAR y la del Cañiza quedó relegada a un segundo plano.

El equipo de Marcos Rodríguez siguió encontrando caminos fáciles de cara a la portería de Jesús Veiga, que se desesperaba ante el aluvión de tiros que se le venían encima.

Además, en esta segunda mitad, Pablo Martínez se mostró mucho más certero igual que Mauro Jaureguiberry, que estaba un poco desapercibido.

Tras lograr la máxima renta del encuentro (24-34), el OAR bajó un pelín el pistón pero seguía manteniendo una renta de nueve goles, que sería la diferencia final del partido para sumar un nuevo triunfo y olvidar el tropiezo de casa.

Con esta victoria, el equipo herculino mantiene la segunda posición en la clasificación.